Por su interés reproducimos la noticia publicada por el diario Gara sobre la intervenión en el edificio de los antiguos Talleres de Guernica – ASTRA en Gernika:

GARA 28/03/12.  Ane ARRUTI | BILBO

La Diputación de Bizkaia ha ordenado la paralización de las obras del edificio de la antigua fábrica de Astra en Gernika y ha solicitado un informe técnico para la apertura de expediente sancionador contra el Ayuntamiento vizcaino, que ha iniciado los trabajos «sin atenerse a las prescripciones normativas» y ha «incumplido» la orden de suspensión foral. El proyecto contaba con una ayuda de 1,5 millones de Lakua. El Consistorio no quiso pronunciarse al respecto.

Edificio de Talleres de Guernica en el que ahora se está interviniendo

 

La Diputación de Bizkaia incoará al Ayuntamiento de Gernika por comenzar con las obras de la antigua fábrica Astra, edificio protegido por la ley de Patrimonio, sin el obligatorio permiso del ente foral. Se trata, precisamente, del proyecto por el que apostó Lakua para revitalizar la comarca de Urdaibai, en lugar de la construcción de un segundo Guggenheim en Sukarrieta y para el que el Gobierno de Gasteiz invirtió 1, 5 millones de euros con el fin de construir una Fábrica de Creación cultural. Es, además, un proyecto que cuenta con un gran respaldo del movimiento popular de Gernika, sustentada en una coordinadora que apuesta por un modelo participativo y de gestión local.

Según manifestó ayer Juan Mari Aburto (PNV), portavoz de la Diputación, las obras han comenzado «sin atenerse a las prescripciones normativas». El edificio se encuentra actualmente protegido como conjunto monumental inmueble afecto al Camino de Santiago, por lo que compete a la Diputación «custodiar y gestionar el bien patrimonial» y obtener «la conformidad o, en su caso, las medidas concretas correctoras o de modificación».

Aburto recordó que Lakua inició el expediente de calificación en julio de 2010 y ha sido resuelto en febrero de 2012 con la declaración de bien protegido. Esta calificación obliga a presentar ante la Diputación el proyecto de obra, trámite que ha saltado el Ayuntamiento presidido por José María Gorroño, de Bildu. Consultado por GARA, el alcalde optó ayer por no hacer declaración alguna al respecto.

La Diputación, por su parte, detalló que el 12 de marzo una inspección foral descubrió que el Ayuntamiento de Gernika había iniciado unas obras sin haber presentado el proyecto para obtener el permiso y ordenó la paralización de los trabajos. Aunque el ejecutivo local remitió un dossier sobre el proyecto, una segunda inspección confirmó el día 23 que las obras no se habían detenido. Por este motivo, ayer remitieron a Gorroño un requerimiento para detener las obras y «se advierte que se ha solicitado un informe técnico para incoar el correspondiente expediente sancionador».

Patrimonio

La declaración de bien protegido con la que cuenta este edificio diseñado por Ricardo Bastida, con el añadido carácter simbólico con el que cuenta al ser uno de los únicos que se mantuvo en pie tras los bombardeos de hace 75 años, obliga a que la intervención a realizar respete sus características. «Tiene una arquitectura industrial muy urbana», explicó el arquitecto Iñaki Uriarte, «con unos grandes ventanales que expresan su identidad», añadió. Según el arquitecto, el Ayuntamiento de Gernika ha cometido un grave error, por una parte, no realizando los trámites correspondientes con la Diputación, y, por otra, no contando, por ejemplo, con el asesoramiento de la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial. «En el fondo, lo que a mí me transmite es tristeza y rabia». Señaló que el suspender la obra no significa necesariamente que no sea la adecuada, pero, «desde el ámbito cultural, se ve con preocupación la desaparición de elementos determinantes en la configuración del edificio».

A pesar de ello, resaltó el carácter de «revancha» de la actuación de la Diputación, «con su historial nefasto, de actuaciones, consentimientos o intervenciones. Ahora resulta que la Diputación se presenta como garante de la salud cultural del patrimonio de Bizkaia, cuando tiene una larga lista de negligencias, como en el caso de la Alhóndiga».

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