La periodista Alba Carcamo firmaba un artículo el pasado 30 de agosto en el diario El Correo del que por su interés reproducimos algunos párrafos. Nosotros diríamos que la Villa ha renunciado a parte de su historia y lo hace de mal grado.

 

El Consistorio de Bilbao ya recalificó el suelo para que pueda acoger viviendas, pero el BBVA sigue sin concretar un proyecto definitivo

Edificio de los Talleres R.A.G. en Bilbao

La villa ha renunciado a parte de su historia y lo hace de buen grado. La demolición del polémico edificio del RAG, el surtidor que durante 83 años prestó servicio a bilbaínos y visitantes, ya ha arrancado. Situada en el corazón de la ciudad, la gasolinera, explotada por Repsol, echó el cierre en el verano de 2005 y dejó paso a ambiciosos proyectos urbanísticos. A fecha de hoy, sin embargo, el futuro del solar, de 2.700 metros cuadrados, continúa sin estar del todo claro.

El BBVA -propietario de la finca- comienza con el andamiaje del inmueble unos trabajos que, de acuerdo a la licencia concedida por el Consistorio, deben estar finalizados antes de nueve meses. Se pondrá entonces punto y final a las repetidas quejas de vecinos, profesores y padres de alumnos del colegio público Juan Manuel Sánchez Marcos, contiguo al edificio, que denunciaban la peligrosidad de la infraestructura.

Los trabajos, presupuestados en 207.000 euros, cuentan desde principios de año con el visto bueno municipal, que en febrero autorizó a derribar hasta la cota del suelo. El BBVA, sin embargo, no confirmó ayer nuevos avances en la construcción de un complejo de viviendas en un enclave de lujo y con La Alhóndiga como vecina.

En su momento, la entidad financiera diseñó un plan para levantar 120 pisos, si bien hace unos meses sus responsables ya matizaron que «no existe todavía ningún proyecto». La entidad bancaria adquirió el terreno, limitado por las calles Rekakoetxe, Alameda Recalde y Fernández del Campo, a finales del pasado año.

Hasta entonces, el RAG pertenecía a la constructora Vizcaína de Edificaciones que, guiada por la fiebre del ladrillo, se hizo con el solar donde pretendía levantar un complejo residencial de lujo. Buena prueba de ello es que el prestigioso arquitecto francés Jean Nouvel visitó en varias ocasiones la villa para presentar su proyecto al gabinete de Iñaki Azkuna.

De hecho, el pleno del Ayuntamiento de la capital vizcaína informó en enero de 2007 de la orden foral que aprobó definitivamente la modificación del PGOU para la recalificación del terreno. Aunque el parón en el sector obligó a la firma propietaria a abandonar sus pretensiones y a deshacerse de uno de sus bienes más preciados.