En las entrañas del macizo del Gorbea se encuentra la central subterránea hidroeléctrica de Barazar. Turbina las aguas procedentes del pantano alavés de Urrunaga que desaguan en el pantano de Undurraga desde donde se envía el agua a la depuradora de Venta Alta (Arrigorriaga) para el abastecimiento de buena parte de los consumidores del Gran Bilbao.

   Cámara de válvulas de alimentación de las turbinas, 2008. Foto M. A. Nuño. 

El sistema Zadorra-Barazar está formado por los embalses alaveses de Urrunaga, emplazado sobre el río Santa Engracia, afluente del Zadorra, y de Ullibarri Gamboa,  sobre el río Zadorra. Ambos se enlazan con una galería forzada de enlace que sirve que se comuniquen como vasos comunicantes.

Del embalse de Urrunaga, arranca a su vez la deno­minada galería forzada principal, a través de la cual se  trasvasa el agua  por el  denominado Salto de Barazar hasta la Central hidroeléctrica  que desagua en el cercano pantano de Undurraga (Bizkaia) que aprovechando su desnivel permite la generación de ener­gía hidroeléctrica. Estas  instalaciones  son subte­rráneas, no visibles  desde el exterior y presentan  una  unidad funcional de cierta compleji­dad, dada la dispersión y distancia que hay entre ellas.

 La central subterránea de Barazar, es sin duda alguna la obra más compleja. Aguas y Saltos del Zadorra S.A. que pertenecía a Altos Hornos de Vizcaya, fue la empresa concesionaria encargada del proyecto de construcción y explotación.

Cuando en los primeros años cincuenta del siglo XX se tomó la decisión de soterrar la central, se valoraron las ventajas que este tipo de centrales ofrecían, una modalidad constructiva entonces poco conocida y divulgada. En general, proporcionaban una mayor libertad para emplazar la central, al no tener que supeditarse a las condiciones orográficas  del curso del río. Además, la conducción forzada disminuía las pérdidas de carga. Y,  por último, la seguridad estaba garantizada en caso de avalanchas y desprendimientos en terrenos accidentados y pendientes, inundaciones exteriores, bajas temperaturas, bombardeos, etc.

Para entonces ya existían 44 centrales subterráneas en Europa, la mitad de las cuales se hallaban en Italia. En esa misma década funcionaban 7 centrales en España: en la provincia de Lérida las de Caselles, Puente Montaña, Escales y Caldas; en Huesca la de La Puebla de Castro; en Asturias la de Amiela y en Jaén la del Tranco de Beas. Además de la de Undurraga, tres centrales más se encontraban en construcción; siendo la que Iberduero construía en Aldeadávila en Salamanca la  más grande de Europa con sus 756.000 KVA de potencia instalada.

Embalse de Urrunaga en construcción, 1956. Archivo Foral de Bizkaia.

En palabras del autor del proyecto, en Undurraga  se lograba una instalación de funcionamiento más seguro y económico, ha­bida cuenta del importante ahorro en las pérdidas de potencia y ener­gía del salto. Se acortaba la longitud de la tubería forzada (desde 1.374 a 431 m.),  quedando también protegida de los agentes atmosféricos exteriores y asegurado el servicio aun en los días más cru­dos del invierno. Toda la instalación quedaba también defendida de posibles ataques bélicos.

La potencia nominal a instalar en la central de Barazar, estaría representada por 4 grupos generadores de 42.500 KVA cada uno, con un salto bruto máximo de 328,60 m. a embalse lleno y una capacidad de la conducción de 54 m3 por segundo.

La caverna que se excavó para alojar la central es de  17,50 de ancho y 90 m de longitud y una altura de 30 m, todo ello a  200 m. de profundidad. Se instalaron  dos grupos generadores, compuestos cada uno de una  turbina  Francis de 48.500 H. P. de potencia nominal a 500 revoluciones por minuto, con un consumo de agua a plena carga de 11,85 m3  por segundo. También se montó  un grupo auxiliar con una  turbina Pelton con alternador de 1.000 KVA.. Las Pelton eran turbinas relativamente parecidas a los molinos de palas tradicionales aunque muy utilizadas para grandes saltos de agua, del orden de los 300 m o superiores.

Montaje de las turbinas en la central de Barazar, 1956. Archivo Foral de Bizkaia.

Además, paralela a la anterior se realizó otra caverna menor para alojar las válvulas, dos por cada grupo. Desde la central arranca el socaz de evacuación del agua turbinada con 1.024 m de longitud hasta el río Arratia. En los años setenta  se construyó el contraembalse de Undurraga en Zeanuri para  regular los caudales del agua turbinada   que desde aquí se conduce hasta la depuradora de Venta Alta en Arrigorriaga, a través de 20 km de canalización.

El acceso a la central se efectúa a través de un  túnel cuya construcción requirió la utilización por vez primera en España de ce­mento super-sulfatado, para preservar la construcción de la influencia de los yesos, enemigo de la conservación de las obras hidráulicas,  que hubo que atravesar y excavar.

En otra galería independiente, de 484 m. de longitud, se alojan los cables a 132.000 V. que enlazan los transformadores con la subestación que se encuentra en el exterior de la central, así como los de 30.000 V. para consumos propios.

Finalmente fueron tres los túneles y galerías que se perforaron para albergar las instalaciones de la  central. Embalses y central  fueron inauguradas en agosto de 1958, tras haberse invertido más de 1.500 millones de pesetas.

Nave de turbinas de Barazar, 2008. Foto M. A. Nuño.

Lo cierto es que en 1957 Aguas y Saltos del Zadorra, S.A., que tenía por objeto producir energía para Altos Hornos de Vizcaya, decidió negociar su traspaso con Iberduero aunque dando servicio preferente a AHV en los períodos de restricciones. En 1958, primer año completo de explotación del salto de Barazar se produjeron 172.000.000 kw.h.

Desde la subestación exterior se montó una línea de alta tensión de 30 km. de longitud hasta la una nueva subestación de trans­formación de Kareaga (Barakaldo), con derivación a la que ya explotaba Iberduero en Basauri.

VILLAR IBAÑEZ, José Eugenio (2008) Usos históricos del agua en la industria vasca. El patrimonio industrial originado. En La industria del agua en la Comunidad Autónoma Vasca. Ingeniería y patrimonio. SPRI.