Escribíamos en una entrada reciente sobre esta fábrica: Iberplástica -Formica Española- de Galdakao. Una fábrica racional de Ricardo Bastida.

Una vez más, el destino final de un solar que alojó una muy digna arquitectura fabril, de uno de los mejores arquitectos vascos del pasado siglo XX, resulta ser un uso terciario que, casi sin ningún género de dudas, pudiera haberse desarrollado en las antiguas naves si tanto los políticos como los técnicos municipales hubieran tenido una visión más sensible hacia el patrimonio heredado. Una visión cortoplacista, poco inteligente a nuestro juicio, y poco respetuosa tanto con la herencia cultural como con un desarrollo sostenible, acabó hace pocos años con unos espacios fabriles que hubieran podido alojar una multiplicidad de usos, incluso después de haberse modificado el planeamiento urbanístico. Casi con total certeza nos atrevemos a diagnosticar que lo nuevo no será mejor que la preexistencia. Y nuestro territorio, nuestro país, tiene ya una muestra menos de la arquitectura de naves en shed que proporcionó una iluminación y ventilación racional a los espacios del trabajo y un paisaje menos reconocible y menos amable.

Derribo de las naves de Formica Española de Galdakao.

 

El pasado jueves día 13 de marzo, el diario Deia publicaba una información con el titular Mercadona abrirá un súper en la antigua Formica en Galdakao que parece dejar cerrado un nuevo episodio de gestión desafortunada del patrimonio industrial:

La antigua zona industrial de Formica, en Galdakao, lleva tiempo transformando sus terrenos para albergar una nueva zona comercial. El equipo de gobierno impulsó este cambio para que distintas empresas pudieran establecerse allí y generar actividad económica y puestos de trabajo. Hasta ahora se sabía que Bricomart abriría un centro en esta nueva zona comercial, y ayer, Mercadona anunciaba que abrirá un supermercado en ese mismo terreno.

Para dar cabida a ese nuevo aspecto de la zona de Formica y generar actividad económica con la implantación de nuevas empresas, el Ayuntamiento de Galdakao llevó a cabo una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en el ámbito CO-ZU-3 para facilitar la reindustrialización de dichos terrenos. El objetivo es que se creen nuevos puestos de trabajo y que eso se note en el municipio. Esa modificación hizo posible que ese ámbito haya pasado de industrial a comercial, permitiendo que se puedan establecer empresas o negocios del sector terciario.

Una vez dejado atrás al pasado industrial de Formica, que fue uno de los motores económicos del municipio, el equipo de gobierno tenía claro que esa nueva zona que se creaba debía ser de oportunidad, convirtiéndose a medio plazo en un suelo que sirviera generar actividad económica y laboral, en este caso llegada desde el tercer sector.

NUEVA CARA

Desde el equipo de gobierno no solo contemplaban cambiar el aspecto de los terrenos exactos donde se ubicaba la antigua fábrica, sino que se tiene previsto llevar a cabo la urbanización de la zona con nuevos accesos de entrada y salida hacia la N-634, con un nuevo puente y una rotonda. Tal y como explicó el concejal Fernando Izagirre en DEIA, “el proyecto traerá consigo además un mayor desarrollo urbanístico que permitirá a la ciudadanía disfrutar de un entorno con mejores equipaciones y mayores conexiones, facilitando la movilidad”.

Solar resultante de la demolición de las naves de Formica Española en Galdakao (Foto I. Uriarte) 

Según informaba el diario GARA en marzo de 2016, durante el derribo de los pabellones (EH Bildu de Galdakao pide un informe sobre la recalificación de Formica), la empresa propietaria de los terrenos es la constructora Valeriano Urrutikoetxea (VUSA). En enero de 2017, el diario Deia (Galdakao cree que el entorno de la vieja Formica “es clave”) informaba de la recalificación de los terrenos que

Ahora, tras la venta de la parcela y la apuesta de Bricomart por abrir un centro en los antiguos terrenos de Formica, el Ayuntamiento ve una oportunidad para que la zona sirva para crear empleos. No en vano, Bricomart ya adelantó que se crearían unos 125 puestos de trabajo, entre directos e indirectos con la apertura de su nuevo centro. A estos habrá que sumarles los que se generen gracias a la apertura de otros negocios. Por ahora, se conoce el que abrirá Bricomart y que otro será un gran supermercado, pero aún quedan dos grandes parcelas que también albergarán actividad comercial.

El suelo en el que se asentaba la antigua factoría tenía carácter industrial, por lo que el Ayuntamiento planteó una propuesta de la modificación puntual del PGOU en el ámbito de CO-ZU 3 (Zuatzu). Esta comprende la reclasificación de la actividad económica, que pasa de industrial a comercial, posibilitando la actividad económica dentro del sector terciario. El pleno dio luz verde a esta modificación gracias a los votos favorables de los grupos municipales de EAJ-PNV, el PSE y la edil del Partido Popular (Usansolo Herria y Galdakao Orain se abstuvieron, y votaron en contra Galdakao Irabazi y EH Bildu).

Solar resultante de la demolición de las naves de Formica Española en Galdakao (Foto I. Uriarte)

 

Y ahora hace un año, en marzo de 2018, el diario El Correo informaba (EH Bildu reclama ampliar el catálogo de edificios históricos de Galdakao) sobre la petición de esta formación al Ayuntamiento para que “amplíe la lista de edificios que actualmente componen el Catálogo de Bienes Protegidos que marca el Plan General de Ordenación Urbana” y se dolía de la demolición de las naves de Formica:

Además de los templos religiosos, el PGOU recoge en su catálogo la antigua Telefónica, ubicada en Juan Bautista Uriarte, la Casa Consistorial, el Palacio de Aperribai, la Torre de Lekue y el colegio Gandasegi. Otra opción sería, a juicio de EH Bildu, «comprar los terrenos y convertirlos en públicos o, lo que sería lo mismo, recuperar terrenos que han pasado a estar en manos privadas para que no se pueda destruir patrimonio histórico». Según indican, una ley foral «ya advierte que las instituciones públicas deben hacer todo lo posible para salvaguardar su patrimonio histórico».

Así no sucedería como con el citado baserri que, según precisan, tiene una terminación «muy característica», como otros nombres «de origen galdakaotarra como Alacano y Chancano, así como la propia iglesia de Andra Mari, que en un documento del siglo XII aparece citada como Albagano». La formación que lidera Bea Ilardia también critica lo ocurrido con los antiguos edificios industriales de Formica, «donde se echó abajo su edificio central sin que el Ayuntamiento dijera nada». Censuran además que «no podemos ya explicar a nuestros hijos e hijas cuál era el patrimonio histórico e industrial.

Desde la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y de la Obra Pública, AVPIOP, dejamos aquí constancia de esta pérdida lamentable. Las oficinas, al menos de momento,  es lo único que nos han dejado de lo que fueron las instalaciones de la empresa Iberplástica – Formica.

Edificio de oficinas de la fábrica de Formica Española de Galdakao, que no ha sido demolido (Google Maps, 2018)

 

ARCHIVO:

2019/03/14 Iberplástica -Formica Española- de Galdakao. Una fábrica racional de Ricardo Bastida.