Habiendo sido informada del proyecto de modificación del PGOU de Barakaldo referida al Área 04.”Calero” para su reconversión en suelo edificable, la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública, AVPIOP, ha solicitado sea tenido en cuenta el pasado industrial de esta área, que desde finales del siglo XIX ha alojado instalaciones dedicadas a la industria auxiliar de la siderurgia. En concreto, y durante mas de un siglo, a la fabricación de ladrillos refractarios y otros productos cerámicos.
La Sociedad General de Productos Cerámicos, PROCERSA, fabricó materiales refractarios aluminosos, gres para la industria química y saneamientos y material sanitario, siendo constituida en el año 1919 por la fusión de las fábricas de cerámica que, colindantes en Burtzeña poseían las sociedades Aristegui y Cía (1891) y Castillo y Cía (1901).
La empresa llegó a ser una de las más importantes del sector en el Estado, con más de 200 empleados, con yacimientos propios de primeras materias en España y en el extranjero y con apartadero propio de ferrocarril y muelles sobre el río Cadagua.
En los años treinta del siglo XX incorporó el sistema Álal a los sistemas propios de fabricación de refractarios consiguiendo propiedades físicas superiores a los fabricados por procedimientos corrientes, contando con características de calidad equiparables a firmas europeas.
En 1962, la empresa decide incorporarse a la técnica mundial de la fabricación de refractarios para todo tipo de industria, suscribiendo una licencia con la empresa inglesa General Refractories, que rescinden 10 años después en una nueva etapa de modernización de la fábrica.
La crisis del sector en los años setenta y las inundaciones sufridas en 1983 aboca a la empresa a la paralización de inversiones. En los últimos años del siglo XX, tras un breve periodo como S.A.L. los trabajadores forman cooperativa y la empresa pasa a llamarse Refractarios Burceña S.L. En Diciembre de 2006, la empresa quiebra y cierra.
Así pues, entendemos que en el proyecto urbanístico que se pretende llevar a cabo en éste área se debería contemplar la posible conservación de las chimeneas que dieron servicio a los hornos Hoffman y túnel que formaron parte significativa de las instalaciones de la empresa.
Igualmente, creemos que después de más de 100 años de dedicación a la industria de refractarios, el cambio de usos de esta zona, justifica dedicar esfuerzos a la conservación de archivos, documentos escritos, gráficos y orales así como la elaboración de una monografía histórica, o una exposición-catálogo que sirva de testigo y memoria de una parte representativa de la historia industrial de Barakaldo durante el pasado siglo.
Esa zona, si no me equivoco, va a ser rehabilitada proximamente para alargar el paseo por la ria hasta el de Barakado. Esperemos que dejen algún elemento decorativo que recuerde el pasado de esa zona como recuerdo del pasado.