En 1868 el Ayuntamiento de Vitoria, consciente de la necesidad de dotar a la ciudad de mayor cantidad de agua y asegurarla para sus ciudadanos, encarga a Ricardo Bellsolá, ingeniero de caminos, canales y puertos, un primer es­tudio de las obras que fuesen necesarias para conducir hasta la ciudad las aguas provenientes de la falda del Gorbea y en 1869 convoca un concurso público para la construcción de un depósito de aguas en el punto más elevado del casco histórico, el Campillo, con objeto de recoger y almacenar dichas aguas. El depósito se construye según el proyecto del arquitecto Jacinto de Arregui, y el domingo 21 de septiembre de 1884 el entonces alcalde, Odón Apraiz, se di­rige al vecindario de Gasteiz para anunciar que, por fin, ese día a las 5 de la tarde se inauguraba la traída de aguas del Gorbea en la plaza de la Virgen Blanca de la ciudad. Un año más tarde se pondría en funcionamiento el edificio del Depósito de Aguas situado frente al antiguo palacio de Montehermoso, en el terreno de más de 1.500 m2 que la «Sociedad para la Traída de Aguas del Gorbea» había comprado previamente al conde de Ezpeleta.

El edificio tenía una capacidad de 5.000 m³, ampliados a 6.000 m³ unos años después. En caso de tener que suministrar el agua a la población se consideraba que permitía distribuir agua durante 12 días. Una importante  obra hidráulica para una villa con una población de aproximadamente 20.000 habitantes. En 1894, la sociedad creada para la traída de aguas era absorbida por el Ayuntamiento.

Externamen­te el edificio se presenta con una fuerte preeminencia de la horizon­talidad, aunque la pendiente de las calles le hace ir ganando altura en las de las Escuelas y Arrieta. Constructivamente, sus muros de ladrillo, que nacen sobre un zócalo de sillería caliza que en algunos puntos alcanza alturas significativas, se interrumpen en los esquinales con piezas de sillería al­mohadillada; la fachada lateral a la calle Gasteiz, la de me­nor altura, es de mampostería. Su acceso principal –que hoy se mantiene, aunque con uso muy restringido por pro­blemas de accesibilidad– se establecía frente al cantón de San Francisco Javier. Posee además otra puerta de acceso en la fachada opuesta y la uniformidad y limpieza de los muros se interrumpe únicamente en estas dos fachadas por la presencia de escasas ventanas y escuetos motivos ornamentales tallados en piedra. En la cubierta, que en el exterior es plana y tuvo capa de tierra con vegetación, se abrieron hace unos años diversas claraboyas en las claves de las bóvedas.

En su interior alberga una gran sala hipóstila; sus me­didas aproximadas en planta son de 35 x 30 m, es decir, unos 1.000 m2, y su altura es de unos 10 m,  La estructura de cubierta está compuesta por siete bóvedas rebajadas paralelas sostenidas por seis hileras de arcos de medio punto perpendiculares a dichas bóvedas y apoyados sobre pilastras de sillería hasta el arranque de los mismos.

El arquitecto Jacinto de Arregui (Vitoria, 1820) que tra­bajó como arquitecto provincial de Logroño, ciudad en la que residió al menos entre 1861 y 1868 ejecutando varios edificios significativos, dejó otras obras de interés en Vitoria. Suyos son por ejemplo los edificios de la antigua escuela de dibujo, posterior conservatorio de música, de la calle de las Escuelas, construido en 1889, y el de viviendas de la calle Dato, 36, hoy reconvertido en oficinas. Tanto en Álava como en Vitoria, donde ejerció de procurador síndico, desempeñó diversos cargos públicos.

El ingeniero de caminos Ricardo Bellsolá y Bayo (Mur­cia, 1836-Madrid, 1882) estuvo destinado en Logroño en­tre 1862 y 1880 con breves interrupciones. En esta provin­cia, entre otros muchos puentes y obras públicas, proyectó el puente de piedra de la capital, pero hoy es conocido sobre todo por haber sido el autor en 1860 de la bodega de Marqués de Riscal en Elciego –el pueblo de origen de su madre– tras un estudio de las bodegas bordelesas; en la historia de la ingeniería se le reconoce el mérito de ha­ber introducido las bóvedas de hormigón en España hacia 1866, en dos puentes con luces de 10 m sobre los ríos Lavalé e Iregua en la carretera de Logroño a Soria. Residió temporalmente en Portugalete (Bizkaia) en 1871, parece ser que en relación con la construcción de algún ferrocarril minero, y durante los últimos años de actividad profesio­nal trabajó en la construcción del ferrocarril Madrid-Zaragoza-Alicante.

-Planos: Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz.

-Texto: Cárcamo, Joaquín (2012). Deposito de Aguas/Ur depositua Vitoria-Gasteiz. En Patrimonio industrial en el País Vasco.