Vista aérea de la ría en la que se pueden observar las instalaciones de FESA / FOAT, 1958. (CIHMA- Ayuntamiento de Barakaldo)

 

Barakaldo conserva en Lutxana uno de los elementos más significativos de la arquitectura de la industria que han llegado a nuestros días en el País Vasco. Se trata de las antiguas  naves de almacenamiento y maduración de fosfatos de la empresa Fesa-Ercros.

Originalmente el edificio ocupaba más de 10.000 m2, divididos en diez naves-crujías, ocho de las cuales se construyeron entre 1909 y 1912, y las dos restantes en 1932. Las crujías, de 13,5 metros de luz y 80 de largo cada una, están separadas por hileras de 16 pilares de madera de gran calidad (pinotea) y que hoy se mantienen en perfecto estado de conservación. Soportan complejas cerchas del mismo material mediante capiteles-zapata y llamativas tornapuntas. La vista interior parece un gran bosque de columnas de madera, pies derechos exentos con jabalcones y arriostramientos a modo de ramas.

Vista aérea de la ría en la que se pueden observar las instalaciones de FESA / Google Maps, 2020.

 

Las instalaciones fueron declaradas como Bien Cultural Calificado con la categoría de Monumento por la Consejería de Cultura del Gobierno Vasco en enero de 2002. Aunque es de lamentar que finalmente sólo quedaran protegidas seis de las naves del edificio y se consintiese el derribo de las cuatro restantes así como de la única fachada de obra de fábrica que cerraba el complejo edificio. Las seis naves preservadas cuentan con un régimen de protección por el valor otorgado a la excelente estructura de madera, pero sigue siendo un gran desconocido para una gran parte de la ciudadanía.

Desde hace 20 años está prevista su rehabilitación para acoger los servicios generales del futuro Parque Empresarial de Burtzeña (Barakaldo). La empresa Maser, actual propietaria, emplea el edificio  como almacén de materiales de construcción y maquinaria, lo que ha permitido su mantenimiento sin las degradaciones o expolios que hubiera padecido de haber quedado abandonado y sin uso. Pese a ello, al haber sido dividido por medio de particiones y con iluminación, cubierta y cerramientos que alteran la configuración inicial, uno de sus principales valores, la espacialidad, ha quedado degradado.

Junto al edificio de madera se encuentra otro de hormigón armado de 36 m de ancho y 100 m de largo de una sola crujía. Fue construido en los años cincuenta del siglo XX y aunque no dispone de protección alguna, convendría conservarlo y darle una nueva utilización cuando definitivamente se lleve a cabo el proyecto de parque empresarial.

Más información puede encontrarse en el libro Patrimonio industrial en el País Vasco (Fesa-Ercros pg. 699-703) publicado por el Gobierno Vasco y editado por la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública (AVPIOP) en 2012.

AVPIOP agradece al fotógrafo de Barakaldo, Pepe Ares-Caamanho la autorización para la publicación de las fotografías.

 

Vista interior de las naves de Fesa-Ercros / © Pepe Ares-Caamanho, 1993.

Vista interior de las naves de Fesa-Ercros / © Pepe Ares-Caamanho, 1993.

Vista interior de las naves de Fesa-Ercros / © Pepe Ares-Caamanho, 1993.

Vista interior de las naves de Fesa-Ercros / © Pepe Ares-Caamanho, 1993.

Vista interior de las naves de Fesa-Ercros / © Pepe Ares-Caamanho, 1993.

Vista interior de las naves de Fesa-Ercros / © Pepe Ares-Caamanho, 1993.

 

ARCHIVO:

2020/04/30 Calendario Patrimonio Industrial Vasco 2020. En mayo tres monumentos