En enero de 2003 (BOPV Nº 5 de 9/01/2003)  por Resolución de 29 de noviembre de 2002, del Viceconsejero de Cultura, Juventud y Deportes, el Gobierno Vasco incoó expediente para la declaración de Bien Cultural a favor del poblado minero de La Arboleda. En ese momento la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública, AVPIOP, presentó una alegación, entendiendo que dicha resolución debía contemplar la incoación de la antigua zona de explotación minera contigua al poblado, así como las viviendas mineras de los barrios de Burzaco y Barrio Nuevo.

Además de la salvaguarda de los cascos urbanos de dichos barrios, consideramos de urgente protección la zona minera contigua a La Arboleda, terrenos en los que se encuentran restos de viaductos, planos inclinados, túneles, puertos de mineral y hornos de calcinación, ruinas arqueológicas de un paisaje transformado durante décadas de intensa explotación del territorio y en cuyas huellas podemos leer e interpretar su pasado productivo y extractivo. Entre restos de mineral y huellas de barrenos,  destacan las ruinas de los hornos  de calcinación  de la mina Parcocha, el plano inclinado del pozo Blondien, el plano inclinado en galería Parcocha-Peñamora y las tolvas de mineral utilizadas por la Compañía Orconera Iron Ore.

En noviembre de ese mismo año (BOPV nº 222 de 13/11/2003) se declaraba la protección definitiva como Bien Cultural Calificado como Conjunto Monumental por parte de la Viceconsejería de Cultura del Gobierno Vasco  sin aceptar la alegación  presentada por la AVPIOP.

Diez años después, por fin los grupos políticos apoyan la solicitud realizada en 2003 por AVPIOP. Más vale tarde…¡Bienvenidos¡

LA ARBOLEDA. TRAPAGARAN. BIZKAIA (E)

ALEGACIÓN

A LA RESOLUCIÓN DE INCOACIÓN DE EXPEDIENTE PARA LA DECLARACIÓN DE BIEN CULTURAL CALIFICADO A FAVOR DEL POBLADO MINERO DE LA ARBOLEDA

«Además de la salvaguarda de los cascos urbanos de dichos barrios, consideramos de urgente protección la zona minera contigua a La Arboleda, terrenos en los que se encuentran restos de viaductos, planos inclinados, túneles, puertos de mineral y hornos de calcinación, ruinas arqueológicas de un paisaje transformado durante décadas de intensa explotación del territorio y en cuyas huellas podemos leer e interpretar su pasado productivo y extractivo. Entre restos de mineral y huellas de barrenos,  destacan las ruinas de los hornos  de calcinación  de la mina Parcocha, el plano inclinado del pozo Blondien, el plano inclinado en galería Parcocha-Peñamora y las tolvas de mineral utilizadas por la Cñía Orconera.

Por otra parte, la industria minera ha creado un buen número de estanques artificiales, en los que se reproducen algunas de las características ecológicas y de las especies botánicas propias de las balsas de agua surgidas en un proceso orogénico espontáneo. El agua ha rellenado aquellas explotaciones cuyo fondo impermeable lo permitía, de tal forma que se han creado numerosas lagunas y lagos de diferente extensión y profundidad, insertos en un paisaje de gran calidad ambiental y biodiversidad. La vegetación ha tapizado los frentes de extracción y antiguas cortas de tal forma que se produce una hermosa y armoniosa combinación entre la matriz de roca dejada al descubierto por la extracción del mineral y los árboles y arbustos que se adhieren con sus raíces a las rocas.

En definitiva nos encontramos ante un paisaje cultural donde se mezclan restos arqueológicos de infraestructuras de extracción insertos en un paisaje de gran calidad ambiental y biodiversidad totalmente singular en el País Vasco, un paisaje merecedor de un régimen de protección legal que garantice la pervivencia del mismo

Fdo: José Eugenio Villar Ibáñez

PRESIDENTE

27 DE MARZO DE 2003