La Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública, AVIOP, realizó en el año 2001 la exposición titulada Viejas fábricas. Nuevos usos, de la cual se editó un catálogo. Rescatamos hoy de la misma el panel dedicado a la reconversión de una nave industrial y del parque de chatarra para nuevos usos deportivos.

El proyecto de reconversión de esta nave de Unión Cerrajera en Bergara en polideportivo municipal, lo realizó el arquitecto Ramón Garitano y finalizó en 1987. Se conservaron por su calidad dos construcciones: una nave de grandes dimensiones, abierta y atravesada por una instalación de puente-grúa, y otra menor, con una interesante cubierta curva de hormigón, que había sido utilizada para la fundición de modelos.

La nave principal, de muros de hormigón y cerchas metálicas roblonadas, se aprovechó en su totalidad, manteniéndose incluso la estructura del puente-grúa y las propias grúas (tres unidades). Se sustituyó la elemental cubrición original por panel aislante. Los huecos laterales se acristalaron en su totalidad con una sencilla carpintería de acero. Se respetó y enfatizó con color la composición de doble orden de las fachadas existentes. Las nuevas construcciones se presentan al exterior como muros curvos, articulados con la construcción original, haciendo patente la intervención. Los acabados son sobrios, con paramentos exteriores e interiores raseados y pintados, con suelos de morteros de resinas.

En el interior se construyó una pista polideportiva. Las grúas que se consevan unen a su valor testimonial su función de soporte de canastas, redes separadoras, iluminación, etc. La estructura exterior del puente grúa se remozó y remató con la tercera grúa, convertida así en emblema de la actuación e hito del lugar.

El resto del área se urbanizó como parque público, con césped y arbolado. El trazado del antiguo ferrocarril que atravesaba el lugar se convirtió en paseo peatonal.

Fue realizado un anteproyecto para la conversión en gimnasio de la nave de fundición de modelos conservada, aunque la obra no ha sido ejecutada. Unicamente se transformó uno de sus testeros en pared de frontón, aprovechando su similar forma y el carácter evocador de esa conversión.

 

 

Los Diques Secos de Bilbao se inauguraron el 20 de junio de 1868. En 2018 se cumplen 150 años.