El diario DEIA publica una entrevista de la periodista Ane Araluzea con el presidente de la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública, AVPIOP-IOHLEE, Javier Puertas, centrada en los elementos del patrimonio industrial y portuario de la Villa de Bilbao que están amenazados y en las actuaciones que nuestra asociación está realizando para evitar su pérdida definitiva.
Por su interés para nuestros lectores, la reproducimos a continuación:
Javier Puertas: “No somos talibanes del patrimonio industrial”
La asociación que vela por el patrimonio industrial vasco denuncia que el proyecto para edificar un túnel del viento próximo al Museo Marítimo supondría la devastación irreversible del dique húmedo
BILBAO– Con Javier Puertas a la cabeza, la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública tiene varios frentes abiertos en Bilbao: desde la preservación de la cubierta de la estación de Abando hasta los edificios industriales reutilizables en Zorro-tzaurre. El más urgente es, por ser de carácter inminente, el túnel del viento que un promotor ruso pretende levantar en el dique húmedo del antiguo astillero Euskalduna para el que las administraciones implicadas han dado luz verde. Se trata de un proyecto sobre el que debatirán en el pleno del Ayuntamiento de Bilbao este jueves a petición de Udalberri.
¿Es incompatible la construcción del túnel del viento con la preservación del dique húmedo?
-Sí, totalmente. No nos oponemos al desarrollo turístico de Bilbao pero hay zonas más idóneas para albergar este tipo de proyectos. Las inmediaciones del Museo Marítimo tienen suficiente valor patrimonial como para que no se haga ninguna intervención.
¿Qué zona sería más propicia para este tipo de equipamientos?
-Ahora que ya está en marcha la urbanización de Zorrotzaurre, la zona de la ría podría ser una interesante. Depende del proyecto.
El dique está protegido en el Plan General de Ordenación Urbana de 1995, ¿les consta que vaya a mantener esa protección en el nuevo plan?
-No tenemos constancia. Pero aún hay tiempo. El problema es la urgencia que hay ahora. Tenemos que poner el acento en la protección de máximo nivel del plan vigente.
Aseveran que el ‘caisson’ protegido (cajón que permitía vaciar el dique) debe ser sometido a un proceso de restauración científica.
-Con los derribos del Euskalduna en 1992, se preservaron los diques, la casa de bombas, la grúa Karola y los dos caissons. Hace poco, uno de los caissons se achatarró y en Juntas Generales dijeron que tenía peligro de volcado. Denunciamos que el Museo Marítimo, como responsable, los tendría que haber restaurado para evitar ese peligro.
El Departamento de Cultura determina la protección de los elementos con valor patrimonial, pero la mayoría de permisos de obra se conceden por otras instituciones.
-Una cosa es la protección y otra son los procedimientos por los cuales se interviene. En este caso, o con la terraza de Olabeaga, nos hemos encontrado con dificultades para acceder a la información relativa a los proyectos, con lo cual no sabemos en qué condiciones se va a desarrollar la obra.
Partidos de diferentes colores han pedido explicaciones en las administraciones sobre este proyecto.
-Sí, y esa preocupación es positiva. En la asociación no somos talibanes de patrimonio industrial. Cuando se desarrolló el plan de Zorrotzaurre, realizamos un inventario para ver qué edificios con valor patrimonial podían ser reutilizables. No fuimos ambiciosos, identificamos una docena. En este caso, hemos hecho mucho hincapié en estos diques que son históricos, son los primeros portuarios que ser construyeron en Euskadi.
Instaron a la Fiscalía a investigar la terraza del restaurante Astillero Euskalduna sobre el cargadero. ¿Qué respuesta obtuvieron?
-Ninguna. En el caso de la terraza no tuvimos margen para presentar alegaciones. El cimentado de la base de la terraza se hizo sobre una capa de hormigón que tapaba todas las preexistencias. Lo fantástico habría sido que los arranques de la terraza se hubieran hecho respetando los restos del antiguo cargadero y que, luego, se hubieran puesto algunos metacrilatos para que se percibieran los restos.
¿Son actuaciones irreversibles?
-En este caso sí. Y es lo que más nos preocupa. En todas las cartas de patrimonio cultural el criterio de la irreversibilidad es un principio básico.
¿Falta experiencia en poner en valor el patrimonio industrial?
-Sí, hay falta de cultura y de incluso reconocimiento sobre lo que ha sido nuestro siglo y medio de historia industrial, que nos ha permitido ser hoy una sociedad tan avanzada.
¿Qué hay de Zorrotzaurre? Hace unos meses aplaudieron que los vecinos se opusieran a la devastación de Vicinay.
-En Zorrotzaurre presentamos alegaciones para el proyecto de urbanización. El problema es que los edificios que identificamos han sido objeto de saqueo y de expoliación total. También presentamos alegaciones a lo que es el paisaje. Debido a la inundabilidad se iba a construir un muro de contención que supondría la destrucción del paisaje portuario y los elementos como los norays. Planteábamos que se preservaran para que la isla mantuviera ese carácter portuario. Mezclar pasado y futuro es fundamental y factible.
¿Qué podría hacerse con los edificios con valor patrimonial que se mantendrán en la futura isla?
-La arquitectura industrial es muy versátil. Por toda la experiencia que conocemos a nivel europeo podemos albergar desde usos terciarios e incluso industriales hasta equipamientos culturales o viviendas.
Han denunciado que el proyecto para de la estación de Abando no conserva íntegramente la estructura. ¿Habría forma de que así fuera?
-La estación de Abando tiene un valor patrimonial muy importante, iconográfico e histórico. Se fabricó en Altos Hornos y es una de las últimas estaciones de esta tipología que se construyen en Europa. Debería hacerse un esfuerzo máximo por conservarse en su integridad, sobre todo porque el desarrollo urbanístico que irá en la playa de vías es compatible con su protección. Han alegado que las viviendas que se construirán no podrían respirar, nos parece una justificación débil, ya que el dibujo parte de una hoja en blanco.
Hay margen para salvar la estación.
-Vamos a seguir peleando, aunque ya se haya hecho la presentación pública del proyecto.
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