Leemos en el Diario Vasco del 11 de enero la noticia referente a la reutilización del edificio de la antigua Panificadora Lekuona de Errentería para albergar en un futuro próximo actividades culturales. No siendo una arquitectura notablemente valiosa, sin embargo, como siempre apuntamos en estos casos, las escasas muestras de edificaciones realizadas para la industria que van quedando en las ciudades de tradición industrial del País Vasco, hacen recomendable el mantenimiento de los edificios obsoletos con nuevos usos, pero respetando el carácter en las intervenciones que se realicen. Es imprescindible en estas iniciativas que la propiedad (en este caso pública) y el proyectista tengan presente estos valores, también urbanísticos al afrontar las características de la intervención a realizar, eludiendo la tendencia tan frecuente a alterar de una forma excesiva la forma externa e interna de la edificación sin consideración alguna a la preexistencia y sus valores de diseño, arquitectónicos o urbanísticos. Y también una actitud prudente en las inversiones de modo que estas acaben siendo sostenibles y no provoquen una reacción contraria en la ciudadanía hacia la reutilización cultural de las arquitecturas de la industria con valor patrimonial. Lo esperamos también en el caso de la Panificadora, dada la indefinición en la que aún nos movemos en estos estadíos iniciales de la iniciativa.
Reproducimos, por el interés que puede tener para nuestros lectores, el artículo citado firmado por Teresa Flaño:
Antigua Panificadora Lekuona de Errentería en una imagen de Google Maps.
El cierre del edificio que alberga Arteleku por la reforma urbanística de Txomin-Enea obliga al traslado de sus servicios
La antigua panificadora Lekuona, situada en el barrio Olibet de Errenteria, albergará un centro dedicado especialmente a la danza, pero también a la cultura y a la creación en general. Así lo han comunicado este jueves la diputada de Cultura, Juventud y Deportes Ikerne Badiola y el alcalde de la localidad Julen Mendoza.
Los dos responsables institucionales han señalado, en el mismo lugar donde se ubicará el proyecto, que Dantzagunea, situado actualmente en Arteleku, así como diversos espacios para la creación orientados a la danza, las artes escénicas y la expresión corporal se instalarán en la vieja panificadora una vez que se rehabilite el edificio.
Dos son las razones principales por las que se ha puesto en marcha este proyecto. Por un lado están las reformas urbanísticas que el Ayuntamiento de San Sebastián va a cometer en el barrio de Txomin-Enea, donde se encuentra la sede de Arteleku que entre sus servicios incluye una serie de espacios dedicados a la danza. Ikerne Badiola ha comentado que «en breve anunciaremos a dónde se trasladarán el resto de los contenidos, pero el espíritu de Arteleku se va a mantener allá donde vaya». Otro motivo por el que se ha elegido Errenteria como sede de este espacio dedicado a la danza es la tradición que existe en el municipio en relación con este arte.
El alcalde Julen Mendoza ha recordado que «tenemos una gran actividad creativa» y también ha señalado la necesidad de encontrar una alternativa «a la ciudad pesada e industrializada», apostando por «una ciudad cultural y creativa». El proyecto, que contará con 3.500 metros cuadrados, previsiblemente estará concluido en 2015, hasta entonces se habilitarán espacios en el centro Niessen, que incluirá a Dantzagunea.
El presupuesto estimado para este proyecto es de 1,2 millones de euros. El Ayuntamiento de Errenteria destinará 800.000 para la recuperación y adaptación del edificio, más otros 200.000 para la habilitación de los espacios que surjan. La Diputación Foral de Gipuzkoa aportará los 200.000 restantes.
Relacionado
Deja tu comentario