En la lucha por la conservación del patrimonio industrial del País Vasco, AVPIOP_IOHLEE ha desarrollado una labor fundamentalmente científica abarcando tanto la investigación como la elaboración de catálogos e inventarios; además, la labor de difusión y divulgación ha tenido un lugar destacado en nuestra acción, igual que la llamada a las administraciones responsables de su protección legal y preservación.
Nuestra asociación, sin embargo, también venía reclamando desde su fundación que no se dejase de lado la oportunidad que un uso equilibrado del patrimonio industrial desde el punto de vista turístico podía ofrecer en nuestro país. Decimos «uso equilibrado» porque, estamos de acuerdo con las palabras de la profesora de la Universidad de Oviedo María Pilar García Cuetos (El patrimonio Cultural. Conceptos Básicos) en el sentido de que:
«Se trata de conservar sus valores tanto materiales como inmateriales y de ponerlos en valor, pero no en un sentido económico, sino tal y como lo definieron las Normas de Quito de 1967. Si adoptamos una visión puramente economicista del patrimonio cultural y asumimos su gestión primando su carácter de recurso económico, podemos destruir sus valores o alterarlos grave e irreversiblemente. Mantener el difícil equilibrio entre la utilización de nuestro patrimonio como recurso de desarrollo y su tutela, requiere un conocimiento de sus valores y un compromiso científico y ético, más allá de intereses mercantilistas. Es evidente que el patrimonio debe ser gestionado por profesionales especializados y desde una clara perspectiva de trabajo en equipo pluri o interdisciplinar.
En definitiva, el nuevo camino viene marcado por la integración del patrimonio cultural y el desarrollo sostenible, aunque quizás es preferible sustituir el término de desarrollo, por sus connotaciones económicas, por el de progreso, que pone el acento en el avance de la Humanidad. Esta reflexión nos introduce en el tema del uso responsable del patrimonio cultural y sus relaciones con la industria y el turismo. Una gestión incontrolada determinará la sobreexplotación, que se sobrepasen tanto la capacidad de carga de los monumentos como de los mismos turistas y favorecerá la falta de respeto por las diferentes manifestaciones culturales. Puede caerse en los errores de la parquetematización, la banalización y la falsificación de un patrimonio convertido en mera mercancía y objeto de consumo. Documentos como la Carta del Turismo Cultural o el Código del Turista proponen alternativas y códigos de conducta. La aplicación de estos y otros documentos (…), contribuirán a la preservación del patrimonio y su correcta gestión.»
En 1996, la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública, AVPIOP, decidió presentar al Departamento de Comercio, Consumo y Turismo del Gobierno Vasco una propuesta de publicación que introdujera en el ámbito de las actividades de difusión y promoción desarrolladas por el Departamento el ámbito sectorial del turismo industrial. La propuesta fue aceptada por la entonces consejera Rosa Díez y en pocos meses veía la luz la publicación Nuevos Recursos Turísticos. Patrimonio Industrial del País Vasco.
AVPIOP propuso que de su estructura y redacción se responsabilizáran tres historiadoras que pocos años antes (en 1988, 1990 y 1992) habían publicado la trilogía sobre Arqueología Industrial en Bizkaia, Gipuzkoa y Álava, Maite Ibañez, Mª José Torrecilla y Marta Zabala; el libro se completaba con las fotografías de Santiago Yaniz Aramendia. Reproducimos aquí la presentación de la Consejera y la introducción de las autoras del libro:
PRESENTACIÓN
Rosa Díez González, Consejera del Departamento de Comercio, Consumo y Turismo.
El País Vasco quiere poner en valor su patrimonio industrial, quizá el más rico dentro de España, y, lógicamente, uno de los lugares donde este tipo de monumentos ofrecen una mayor concentración y variedad de estadios. Para ofrecer una pequeña muestra de este caudal hemos recogido aquí tres ideas fundamentales:
* Un repaso geográfico, estableciendo una nómina equilibrada de ejemplares de los tres territorios.
* Un repaso sectorial en el que se han tocado los más representativos, desde estadios preindustriales a la modernidad, y
* El diseño de un itinerario específico para cada uno de los territorios.
Confiamos en que acercarnos al objeto y establecer una relación más directa con este tipo de empresas, proporcione nuevas inquietudes y transmita mejor los conceptos de interés patrimonial. De esta forma, además, se entenderán mejor las iniciativas que pretenden recuperar, rehabilitar y, dar nuevos usos a nuestro patrimonio industrial. Y el País Vasco ganará en diversidad y riqueza de recursos turísticos, siendo también en este área, una Comunidad pionera en el Estado Español.
Introducción. EL PATRIMONIO INDUSTRIAL VASCO.
Maite Ibañez, Mª José Torrecilla y Marta Zabala
La importancia y calidad de la actividad industrial en el País Vasco es un hecho sobradamente conocido. Dentro del Estado es, sin género de duda, una de las comunidades más dinámicas en este aspecto y por ello ha constituido el marco ideal para múltiples y variados procesos industriales, desde la Edad Media hasta nuestros días. Así, como resultado de los procesos económicos vividos por la comunidad, disponemos de un rico legado cultural: un variado conjunto de restos físicos de esos procesos, muchos de los cuales merecen y reciben el apelativo de Patrimonio Industrial.
La importancia y brillantez del desarrollo económico vasco y sus acusadas diferencias territoriales ha dado lugar a una numerosa nómina de vestigios materiales. Para acercarnos a tan importante caudal cultural repasaremos desde sus figuras más representativas a aquellas otras cuya singularidad o valor intrínseco las destacan del conjunto. El objetivo sería ofrecer una visión panorámica, que abarque todo el territorio, los sectores más representativos y su evolución. Es decir, exponer una idea general sobre la realidad industrial de nuestra comunidad y sus características más relevantes a través de sus monumentos.
Contamos con un importantísimo repertorio de instalaciones, representantes del modo de producción preindustrial. Sus unidades de producción serán los abundantes molinos, ferrerías, tejeras, bodegas, tenerías y astilleros artesana-les, pero también elementos más singulares como las salinas o los trujales. Por su parte, de la moderna industria vasca, que arranca de mediados del S.XIX, siete son los capítulos que mejor dibujan sus señas de identidad: la energía, la minería, el hierro, la construcción naval, el textil, el papel y el sector alimentario.
Sin embargo, su adecuación turística es todavía precaria y desigual. Reconocidos como patrimonio desde hace pocos años, salvo honrosas excepciones, los viejos escenarios del trabajo y sus equipamientos han sido demasiadas veces agredidos gratuitamente. En primer lugar porque «no hay nada más efímero que lo útil», y la razón económica condena al olvido y al desmantelamiento a todo aquello que ha dejado de prestar servicio al proceso productivo o ha sido técnicamente superado. Pero además, esa desaparición muda y anónima ha contado no pocas veces con el beneplácito social, ya que lamentablemente los conceptos de patrimonio e industria, hasta hace bien poco tiempo, estaban demasiado distanciados.
Hoy asistimos al reto colectivo de saber reconocernos en todos esos viejos lugares y artefactos, a veces abandonados y degradados, que son testimonios tangibles del pasado laboral de nuestra comunidad y parte de nuestra más reciente historia. Poco a poco se van adecentando y preservando los ejemplares de ese gran caudal de monumentos, testimonios de cada etapa evolutiva y mejor soporte físico de esa herencia cultural y del mensaje histórico que contienen. Conocerlos es comprenderlos y comprenderlos es preservarlos.
ADENDA: Esta entrada continúa en la siguiente:
2016/12/23 AVPIOP y los comienzos del Turismo Industrial en el País Vasco: 1997-2017 (II)
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