La barandilla monumental del puente Avenida, cuya privatización ha anunciado el Ayuntamiento de Irun según ya hemos publicado en este blog, es un espléndido ejemplo de diseño industrial en fundición para barandillas de puentes, no muy frecuente, pues en general se optaba por barandillas de forja o laminación más sencillas y económicas. «Un peculiar antepecho de muy buen efecto» ha dicho de ella el historiador del arte y profesor Pedro Navascués; «hermosa barandilla de hierro fundido» en palabras de los arquitectos Pilar Chías y Tomás Abad. Se desconoce quien fue el proyectista de la barandilla. Tan solo conocemos que ha sido un diseño fabricado en Barcelona por la importante empresa Maquinista Terrestre y Marítima, en más de una ocasión para distintos encargos de obras públicas, siempre situadas en lugares relevantes de ciudades o localidades importantes. Hoy se conocen las que mostramos a continuación, algunas de las cuales fueron relacionadas en trabajos del profesor Navascués.
PUENTE DE HIERRO DE LOGROÑO
Realizado el proyecto en 1881 por el Ministerio de Fomento, se ejecutó en menos de dos años, pues al finalizar 1882 ya estaba prácticamente acabado. El proyecto final fue firmado por el ingeniero de caminos Fermín Manso de Zúñiga, aunque sabemos que contó con la colaboración de otros ingenieros, ya que la estructura metálica fue importada. Finalmente, la ejecución fue adjudicada a la Maquinista Terrestre y Marítima y, como se puede apreciar en el plano que reproducimos de 1881, la barandilla original diseñada, también de ejecución compleja en fundición, no fue la finalmente realizada, sin que se conozcan las causas. La barandilla original que hoy aún podemos contemplar gracias a una restauración ejemplar del puente aún en uso, con dirección de proyecto y obra del ingeniero de caminos José Miguel Mateo Valerio y proyecto constructivo de la empresa FHECOR, tan solo ha sufrido ligeras reparaciones durante el proceso finalizado hace ahora 11 años. La única diferencia significativa, con respecto a la barandilla del puente Avenida de Irún, es que en este puente cada tres módulos se intercala un montante o machón, también de fundición, de mayor entidad.
ENSANCHE DEL PUENTE DE SAN PABLO DE BURGOS
El arquitecto Severiano Cecilia proyectó en 1879 el ensanche de este histórico puente de piedra burgalés. Pero el Archivo Municipal de Burgos conserva un plano firmado por el ingeniero de caminos Ramón Aguinaga en marzo de 1886 en el que aparece dibujada la barandilla, idéntica en sus detalles a la del puente logroñés. El ensanchamiento con estructura metálica lo realizó también la Maquinista Terrestre y Marítima. El ensanchamiento metálico fue demolido a mediados del siglo pasado para realizar el puente que hoy conocemos, por lo que hoy la barandilla no existe.
ENSANCHE DEL PUENTE DE ARANDA DE DUERO
Este puente sobre el Duero, forma parte de la carretera nacional Madrid-Irun. En algún momento que desconocemos fue ensanchado, al igual que el de San Pablo, por la Maquinista Terrestre y Marítima mediante una estructura metálica apoyada sobre sus tajamares y se le dotó entonces de una barandilla del mismo modelo. No solo eso, sino que la misma barandilla protegió el terraplén hacia el río de la antigua carretera nacional, hoy calle Postas. Ambas barandillas, la del río y la calle, se conservan hoy en perfecto estado. No solo eso; por razones que desconocemos, el quiosco de música de la plaza Mayor también se dotó de la misma barandilla que hoy conserva.
Por tanto, con los datos que hoy tenemos, puede afirmarse que la barandilla del puente Avenida de Irun, es un diseño fundido en distintas obras públicas por la empresa barcelonesa. Cabe suponer que con anterioridad a 1881 la Maquinista Terrestre y Marítima ya habría fundido y colocado la barandilla en alguna otra obra, pues en caso contrario es difícil de explicar las razones por las cuales fue sustituido el proyecto inicial de Manso de Zúñiga para Logroño. Como se sabe, para realizar una pieza compleja de fundición es necesario previamente hacer un modelo en madera de las partes que la componen; a partir de este modelo, se realizará después el molde de arena en el que se vertirá el metal fundido. Las empresas guardaban siempre los modelos y los almacenaban clasificados para su posible reutilización, con objeto de ahorrar costes. En ocasiones, si se trataba de piezas de mobiliario público, se elaboraban catálogos y se fabricaban según pedido. Esta es la razón por la que esta magnífica barandilla se encuentra en obras de distintas ciudades. Lo cual en lo absoluto disminuye su valor, pues es precisamente este uno de los factores distintivos de la industrialización: la producción en serie.
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