El Ayuntamiento de Irun anunció el pasado jueves día 15 en su web que «Tramos de la barandilla del puente Avenida se sortearán entre la ciudadanía«. La concejala delegada Cristina Laborda, explicaba que «si bien algunos tramos originales se han podido mantener en el proyecto de obras, otros por su estado se han sustituido por réplicas para garantizar la seguridad de las personas que pasen. Somos conscientes del atractivo que esta barandilla tiene para muchos vecinos/as y por eso qué mejor destino para estas piezas que el propio pueblo de Irun«. Y Mónica Martínez, delegada de Participación Ciudadana, por su parte destacaba que «es una nueva iniciativa muy singular en la que queremos hacer partícipes a los irundarras. Son en definitiva elementos de la historia de Irun, y pensamos que de esta forma hacemos también un ejercicio de memoria unido a un puente que ha sido testigo de los acontecimientos más destacados que vivió la ciudad a lo largo del último siglo».  Al parecer se sortearán 65 módulos o tramos de barandilla y otros 65 elementos ornamentales. La Web municipal ha publicado las bases del sorteo y el mismo ha sido publicitado en el Twitter  de Irun_informa.

Foto que acompaña la noticia del sorteo de la barandilla / Web http://www.irun.org/

 

Nos sorprende la noticia. El puente Avenida está incluido con el máximo nivel, como puente de protección especial, en el Decreto 2/2012, de 10 de enero, por el que se califica como Bien Cultural Calificado, con la categoría de Conjunto Monumental, el Camino de Santiago a su paso por la Comunidad Autónoma del País Vasco. Este nivel, como especifica el artículo 18.2, «tan sólo permite actuaciones de restauración del aspecto arquitectónico y el restablecimiento del estado original de las partes alteradas«.  Hay aquí dos cuestiones distintas. Por una parte, para eliminar partes de un elemento protegido, una posibilidad muy excepcional que precisa razones muy justificadas, es necesario en Euskadi contar con la preceptiva autorización del Departamento de Cultura de la diputación foral correspondiente, en este caso la de Gipuzkoa. Desconocemos en este momento si en este caso el Ayuntamiento de Irun realizó esta solicitud y, en su caso, si tuvo una resolución favorable por parte de la Diputación Foral. En segundo lugar, se produce el hecho del que tenemos conocimiento ahora. Una vez sustituida la barandilla original protegida, o al menos parte de ella, la barandilla retirada debería haber quedado, como bien protegido, en custodia del propio ayuntamiento de Irun, como propietario, o de la Diputación Foral. Lo que no parece posible es que el propietario del bien cultural calificado se desprenda del mismo o de una parte de él, ya que un bien protegido pasa a ser una propiedad pública, en este caso de toda la ciudadanía de Euskadi y resulta dificilmente entendible que pueda cederse su propiedad y custodia a distintos propietarios privados, aunque estos sean ciudadanos del municipio propietario del bien. Más aún, de las características concretas de los elementos a sortear se deduce que algunos de los módulos de la barandilla histórica han sido mutilados, eliminándose los elementos horizontales superior intermedio e inferior -evidentemente los pies verticales de anclaje al tablero del puente solo pueden ser incorporados a uno de cada dos elementos modulares de la barandilla- sin que se nos aclare cual será el destino de esas partes no contempladas en el sorteo.

Anuncio de la noticia del sorteo de la barandilla en Twitter / @Irun_informa

Anuncio de la noticia del sorteo de la barandilla en Twitter / @Irun_informa

 

Características de los elementos a adjudicar. Módulo de barandilla / Resolución de Alcaldía de Irun. Anexo.

Características de los elementos a adjudicar. Elemento ornamental / Resolución de Alcaldía de Irun. Anexo.

 

Suponemos que no es necesario recordar que un bien cultural lo es por encontrarse en posesión de unos valores que han sido tomados en consideración y que justifican que por el Gobierno Vasco se adoptara en su momento la decisión de declararlo monumento. Uno de esos valores es el de su integridad. La barandilla de un puente es una parte fundamental del mismo y no puede ser eliminada sin que esta integridad se vea gravemente dañada. El ingeniero concibió el puente en su totalidad y las barandillas, al igual que otros elementos ornamentales como los hitos o las farolas, o los elementos estructurales resistentes, como las pilas, los estribos o los tramos metálicos, responden a un momento histórico, artístico, tecnológico o productivo cuyas características se plasman en la obra acabada, la obra totál, y son las que ahora se tratan de preservar. La barandilla original, se entiende; esperamos que tampoco sea necesario insistir aquí en algo tan obvio como que una copia no es un original.

Intentaremos desde la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública, AVPIOP, conocer todos los pormenores de la situación creada y trataremos de hacer todo lo posible por evitar que lo anunciado pueda llegar a hacerse realidad, por el bien de un patrimonio cultural de la ingeniería que nos pertenece a todos los ciudadanos y ciudadanas de Euskadi, tanto los pertenecientes a las generaciones que ahora habitamos nuestro país, como a las que nos sucedan. El puente, con todos sus valores tangibles, como las barandillas, e intangibles, como los hechos históricos que en él han tenido lugar, sea el paso de los exiliados de la guerra civil o el estraperlo de los años posteriores, es un testigo permanente de nuestra memoria, de la memoria colectiva que haríamos mal en privatizar para el «disfrute personal» o la utilización como «reclamo turístico» unos pocos, dicho sea esto al margen de los condicionamientos legales vigentes.

Barandilla del puente internacional Avenida de Irun / Foto Joaquín Cárcamo, 2007

 

ARCHIVO: LA IMPORTANCIA DE LAS BARANDILLAS HISTÓRICAS EN PUENTES Y MUELLES

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