Se cumplen ahora 25 años de la celebración en la Universidad de Deusto en Bilbao de la mesa redonda, organizada por el Instituto de Estudios Vascos, que bajo el título La ría de Bilbao siglo XXI: Ruptura y recuperación se convocaba para abrir un debate sobre las actuaciones urbanísticas que se estaban entonces desarrollando en Abandoibarra. Entre los invitados a participar estaba la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública, AVPIOP representada por nuestro presidente Joaquín Cárcamo. Reproducimos a continuación el artículo publicado el 14 de febrero de 1996 por el diario El Correo y firmado por el periodista Luis Gómez.

 

 

De cara a la ría

Los expertos coinciden en que la ría debe «vertebrar» el desarrollo económico de Bilbao, aunque admiten que el progreso borrará «las huellas de su pasado industrial»

 

«El Bilbao del futuro se plantea sobre grandes proyectos que miran a la ría» / Foto: Luis Ángel Gómez – El Correo

 

La ría de Bilbao siglo XXI: Ruptura y recuperación. La mesa redonda organizada por el Instituto de Estudios Vascos de la Universidad de Deusto para discutir acerca de las actuaciones proyectadas en la zona de Abandoibarra mostró las dos caras de la capital vizcaína: Su pasado y futuro. Ambos tiempos convergen inexorablemente sobre el borde de la ría. El mismo trozo de ciudad que trazó la actividad industrial de Bilbao desde finales del siglo pasado debe configurarse, en opinión de los técnicos, como el motor de la regeneración.

El análisis de los ponentes fue, salvo ligeros matices, coincidente. César Caicoya, arquitecto ejecutivo del Museo Guggenheim; Joaquín Cárcamo, presidente de la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y de la Obra Pública; Mikel Ocio, director del área de Obras y Servicios del Ayuntamiento de Bilbao, y Felipe Soriano, arquitecto del Palacio de Congresos y de la Música, vinieron a decir que Bilbao debe mirar «con firmeza» hacia adelante, pero reiteraron que el futuro de la villa debe reorientarse hacia el sector terciario, y que ese desarrollo debe focalizarse junto al borde de la ría.

El Guggenheim juega, dentro de este marco, un papel fundamental. El museo que a partir del verano de 1997 acogerá la colección privada de arte moderno y contemporáneo más importante del mundo se configura como un engranaje imprescindible sin el cual «sería imposible imaginarse el futuro de Bilbao. Casi todas las ciudades que han pasado por la misma situación que la nuestra han abogado sin ambages por el arte», dijo Caicoya.

El Correo. lunes 12 de febrero de 1996

 

EL NUEVO CORAZON

La ubicación del edificio que nace con vocación de configurarse «como el motor del sector terciario» no es casual. «El museo debe estar situado en una zona que conecte la ciudad tradicional con algo que todavía no es ciudad pero que nace con vocación de serlo». Al menos, así ve Frank Gerry, arquitecto del Guggenheim, al área de Abandoibarra.

La intervención de Federico Soriano, arquitecto al que se adjudicó la construcción del Palacio Euskalduna, fue breve, pero diáfana. Abandoibarra está llamada a convertirse, a su juicio, en la zona «más privilegiada» de Bilbao y en el centro urbano del futuro como antiguamente lo fueron el Casco Viejo o El Ensanche. «Un trozo de ciudad donde ahora mismo están la Universidad de Deusto y el Museo de Bellas Artes y que en breve contará con el Guggenheim y el Palacio de Congresos y de la Música está condenado a convertirse en el corazón de la ciudad».

Joaquín Cárcamo aportó la nota crítica al debate. Censuró a los responsables encargados de la elaboración del Plan Territorial Parcial del Bilbao Metropolitano por no seguir las pautas marcadas por otras ciudades españolas, como Barcelona o Sevilla, que en su día ejecutaron planes similares.

En Bilbao, explicó, este proceso de transformación «se ha llevado por delante las huellas de su esplendoroso pasado industrial. Se ha derribado una gran parte de un rico patrimonio industrial que ya no podrán ver las futuras generaciones. Es cierto que hay una época que se ha acabado, pero antes de meter las excavadoras a Abandoibarra deberían haberse percatado de lo que allí había».

Mikel Ocio rechazó de plano las tesis de Cárcamo. El responsable de Obras y Servicios del Consistorio bilbaíno considera Abandoibarra como «el escenario ideal» por donde Bilbao debe encauzar el desarrollo económico y social del próximo siglo. «Esta zona debe generar dinamismo y ser capaz de mantener a nuestra ciudad en el principal rol económico de Europa».