«Tras más de dos legislaturas desde que se propuso la iniciativa, el antiguo pabellón de la conservera Dentici, situado en la calle Tenientes Txurruka y más conocido como la ‘Nevera’, finalmente será derruido», según informaba el pasado día 12 de este mes el periódico Diario Vasco. Es la última conservera histórica que quedaba en la antigua zona industrial de Mutriku situada junto al campo de futbol, y por ello nos hacemos eco de su desaparición.

La nave de Conservas Dentici en Mutriku que ahora se derriba (Foto Google Street Maps, 2018).

 

Con todo, la pérdida más importante y de mayor valor patrimonial se produjo cuando hace pocos meses, en mayo de 2018, el ayuntamiento de Mutriku autorizó la demolición de las instalaciones de la antigua conservera «Calogero» para dar paso a un edificio de viviendas promovida por el grupo Eibar y «conocida como promoción ‘Palmondo’, dado que se mantendrá la esplendida palmera que se sitúa justo al inicio de la unidad de desarrollo» según informaba también el mismo Diario Vasco.

«Calogero» como «Dentici» han sido demolidas y, se suman a la larga secuencia de desapariciones de testimonios de la antigua industria derivada de la pesca. Fueron empresarios italianos -sicilianos en su mayor parte- los que se acabaron estableciendo en las localidades costeras vascas, también en otras del Cantábrico, para hacer valer su experiencia en los salazones, sobre todo de la anchoa. Solo podemos ya entonar un in memoriam. No ha habido, no hay, una sensibilidad política, empresarial y profesional que apueste por mantener y dotar de nuevos usos, no culturales necesariamente, a los mejores ejemplos -no todos, evidentemente- de estas arquitecturas que han permanecido un siglo acompañándonos y fijando en nuestra memoria los paisajes que nos identifican con nuestro pasado. Calogero Billante era una de las que poseía méritos más que suficientes para ello.

Derribo de la antigua conservera de Calogero (foto: Gorritiberea, Diario Vasco)

 

La historia de este inmueble es el punto y final de la historia de la industria conservera en el País Vasco. La importancia de este sector en los puertos vascos no ha dejado impronta material en cuanto a edificación ad hoc sobre todo de los primeros años, antes de la Guerra Civil

En Mutriku teníamos este tesoro, la última de las construcciones primitivas que en edificios inespecíficos comenzaban el manipulado de la conserva.

De igual manera, los Billante, una familia de italianos que se radicaron entre Bizkaia y Gipuzkoa son el ejemplo de la llegada desde Italia de nuevos personajes que dominaban las técnicas de la conserva de la anchoa y que vieron en nuestras costas la oportunidad de establecer sus negocios desde comienzos del siglo XX.

La antigua fábrica de Calogero Brillante en Mutriku, demolida en 2018 (foto AVPIOP, 2007)

 

Arquitectónicamente hemos perdido el modelo que más se extendió por la cornisa cantábrica y muy especialmente en el País Vasco. Un modelo que aunaba el espacio del laboreo con el espacio habitacional de la familia. Unas instalaciones que muy probablemente iniciaron su andadura en 1912 cuando abrieron su industria conservera y con ampliaciones ya de los 20 y 30 cuando Calogero Billante se separa de su hermano Giovanni.

Situación de las antiguas fábricas de Calogero Billante (1) y Dentici (2) en el casco urbano de Mutriku (Foto Google Maps).

 

Lata antigua de Conservas DENTICI de Motrico / Mutriku.

 

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2014/04/21 Zumaia. Demolida la valiosa fábrica de Conservas Ortiz