Bilbao no cesa en su actividad frenética para demoler o desfigurar las arquitecturas que la industrialización dejó en la trama de la Villa. Ahora le ha tocado el turno al magnífico edificio de la Central de Artesanía, obra del arquitecto Emiliano de Amann Puente construido entre 1946 y 1952, del que ya hemos escrito anteriormente en este blog.
Las fotografías que reproducimos del interior del edificio son la mejor demostración de la capacidad que los edificios industriales poseen para acoger nuevos usos distintos de los productivos o administrativos para los que fueron proyectados. Los espacios amplios dotados de ventanales generosos pueden alojar con gran dignidad usos residenciales de tipo «loft» que en otras ciudades de tradición industrial se han impuesto permitiendo la preservación tanto de las fachadas como de los espacios interiores y de comunicación, ascensores, escaleras, patios, etc.
La Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública lamenta una vez más la escasa visión de futuro que tanto de los empresarios inmobiliarios como de los responsables políticos demuestran a la hora de mantener y reutilizar de un modo sostenible, con la incorporación de nuevos usos, los edificios industriales heredados de nuestro rico pasado, manteniendo al tiempo la memoria que nos permite enorgullecernos de este pasado y legarlo a las generaciones futuras.
ARCHIVO:
2019/01/17 El edificio industrial de la Central de Artesanía en José M.ª Escuza nº 4 de Bilbao
EL EDIFICIO DE » EL TIGRE» EN LA RIBERA DE DEUSTO ES HOY UNA COLECCION DE » LOFT » MARAVILLOSOS.
POR QUE NO PUEDEN HACER LO MISMO CON ESTO ????
Estan tirando todo sin dar opción para aprovechar para usos como pisos, talleres, escuelas… es una pena nos están dejando un Bilbao irreconocible y nada romántico.
Bueno… claro ejemplo de incultura, desidia y de ninguneo para con la cultura industrial de Euskal Herria… y de apoyo y desarrollo de especulaciones inmobiliarias… Y, a todo esto ¿que dicen, hacen y promueven contra esto,los partidos Ehbildu,Ahal dugu etc…? pues sinceramente nada de nada… el gran problema es la mentalidad especulativa y de dinero rapido que hay…
En Castro Urdiales pasa lo mismo actualmente están desmontando el antiguo Hotel Miramar para su previa demolición por estar enclavado a pie de la playa .
Un edificio único de la arquitectura racionalista de la posguerra en Cantabria tras más de 7 décadas mirando al mar.
Lamentablemente lo derribarán antes de finalizar el año y todo por no buscar una instalación acorde con la estricta Ley de Costas.
Solo saben destruir el patrimonio de un pueblo.