Además de los grandes depósitos construidos para los abastecimientos de aguas o saneamientos de las tres capitales, Bilbao, Donostia / San Sebastián y Vitoria-Gasteiz, otras muchas poblaciones se dotaron a lo largo del siglo XIX y primeras décadas del XX de instalaciones de abastecimiento modernos. Para ello fue necesaria la construcción de depósitos que adquirieron cierta dignidad arquitectónica -bien en el tratamiento de los muros o bien en el pequeño edificio de acceso- al tratarse del signo visible de un equipamiento público importante, generalmente oculto en la mayor parte de su trazado. Traemos a nuestro blog cuatro de ellos, como muestra de otros muchos que nuestros lectores interesados podrán consultar en la publicación EUSKADIKO INDUSTRI ONDAREA / PATRIMONIO INDUSTRIAL EN EL PAÍS VASCO de la cual hemos extraido los textos que siguen.
ARTZINIEGA
En una colina próxima al Santuario de Nuestra Señora de la Encina, semienterrado en ella e integrándose correctamente en el paisaje, se ubica este depósito que fue construido en 1887. Daba servicio a una propiedad privada situada en la avenida de la Encina. La captación del agua se realiza desde un arroyo cercano y mediante una conducción pétrea, elevada, llega hasta la parte trasera del edificio. El depósito de agua de planta rectangular, con muros de mampostería vista, alberga dos aljibes separados al exterior por un cuerpo piramidal escalonado, en donde se ubica la sala de bombas y distribución. El muro se rasga en un óculo central y tres accesos en arco rebajado a diferentes alturas, recercados por sillares. El acceso inferior presenta la inscripción con el año de construcción sobre el dintel. Dos muretes también escalonados delimitan los depósitos lateralmente. Tanto estos muretes como el cuerpo central se encuentran rematados por pináculos. Todos estos elementos decorativos dotan al depósito de un aspecto exterior muy significativo, que lo hace diferenciarse claramente de otros elementos de su misma tipología.
BERANGO
Se trata de un edificio de planta rectangular, que aco-ge tres depósitos, construido en 1905, situado en el barrio de Uribe en la anteiglesia de Berango. Actualmente se encuentra en una zona de difícil acceso y está rodeado de maleza.
Se construye con muros perimetrales de sillería y los accesos, vanos y esquinales se potencian con sillería de dentellones. Cuenta con dos accesos dovelados y seis óculos, dos de ellos abocinados, que iluminan el interior. Tiene un friso con moldura de sillar que recorre perimetralmente el edificio y, en la fachada principal hay una placa lisa que anuncia la fecha de construcción de los depósitos: «DEPÓSITO DE AGUAS DE BERANGO. AÑO 1905». Al interior hay tres bóvedas de sillar de 6 m x 11 m. Se cu-bre con techumbre plana rellena de tierra. El elemento se completa con dos arquetas. La primera capta las aguas del arroyo Bastideko-erreka y es un edificio de planta rectangular (8 m x 3 m), con muros de sillar sobre zócalo taluzado. La segunda arqueta está situada en un edificio de planta rectangular, con muros de sillar y esquinales potenciados con greca de dentellones. La puerta, en arco de medio punto, se centraliza y se remarca con cuatro dovelas y clave.
ELCIEGO
Este edificio construido en 1936 por el ingeniero Antonio Baraibar se ubica en lo alto de una colina llamada popularmente «el alto de los perros», a 15 m sobre el casco urbano de Elciego. El depósito ocupa un cuerpo de planta cuadrangular, 10 m de lado de mampostería, del que sobresale un pequeño cuerpo central en donde se ubica la sala de bombas. Su cubierta es abovedada recubierta con tepes. Su único acceso es un arco de medio punto centralizado con dos líneas de impostas paralelas y perimetrales. Remata el conjunto un frontón triangular, quebrado por un pináculo central cónico y circular en los esquinales, y cornisa plana. Sobre el acceso aparece un placado rectangular con la inscripción del año de su construcción. Los dos depósitos de los que dispone tienen una capacidad de 50.000 m3, caudal que proviene de los manantiales de Santa Masa y Peña Parda I y II de la Sierra de Cantabria. Más allá de la estricta funcionalidad bien resuelta del edificio, destaca su cuidado lenguaje arquitectónico
PLENTZIA
Este depósito de aguas ocupa un edificio exento, situado sobre la colina conocida como El Kastillao, topónimo del que toma su nombre. En origen, este edificio albergaba la sala de bombas y distribución de agua, desde donde se hacía llegar el agua corriente al municipio de Plentzia, fin para el que fue construida esta instalación en 1893, según aparece inscrito en el propio edificio. En el subsuelo del inmueble se encontraba el depósito propiamente dicho, con estructura de piedra abovedada, revestida de cemento, con respiraderos circulares y capa térrea. Antiguamente, la captación de agua de la villa se obtenía del río Butrón, pero tras producirse pérdidas de agua en el depósito se decide construir otro nuevo. En la actualidad, estas instalaciones hidráulicas de El Kastillao pertenecen al Consorcio de Aguas, que las utiliza como almacén.
El inmueble que alberga el depósito es de planta rectangular, construido sobre zócalo de sillar y muros de ladrillo de taco cara vista, con tejado de madera a cuatro aguas y teja curva. La portada es de piedra, con acceso central en arco de medio punto, decorado con celosía de ladrillo de taco y clave resaltada en piedra. Aunque de pequeñas dimensiones, no desmerece en absoluto de las edificaciones que poseen –o poseyeron– sus homólogos bilbaínos, los depósitos de Elorrieta y Miraflores. Al igual que éstos, el depósito de El Kastillao ejemplifica las políticas higienistas de fines del siglo xix, políticas que hicieron hincapié en dotar a los municipios vizcaínos de infraestructuras y servicios que los hicieron entrar en la modernidad.
ARCHIVO:
2020/09/01 Calendario Patrimonio Industrial Vasco 2020. En septiembre tres monumentos
2019/02/24 Los depósitos de agua de Soroborda y Buskando en Ulia, Donostia – San Sebastián (I)
2019/02/23 Donostia-San Sebastián. Los depósitos de agua de Ulia serán Conjunto Monumental
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