La villa de Errenteria ha celebrado el pasado domingo día 5, aunque con todos los condicionantes existentes por la actual situación de confinamiento, el 700 aniversario de su fundación. Desde la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública, AVPIOP, nos sumamos a la celebración con el recuerdo de una de sus empresas importantes, la fábrica de harinas de Ugalde y Cia.

El empresario bilbaíno Toribio de Ugalde, natural de Haro (La Rioja) compró en 1887 la fábrica de harinas de Zabala y Arnedo, en el muelle de La Merced de Bilbao y junto con otros socios creó la Compañía Anónima Ceres de cuya gerencia se haría cargo. Ugalde situó en 1891 a su hijo Alberto al frente de la sucursal abierta en San Sebstián y al crearse la nueva sociedad le confirmó en la delegación y también le puso al frente de la fábrica de harinas Urumea que se hallaba en las jurisdicciones de Hernani y Astigarraga. Al tiempo, y para tratar de hacer frente a la crisis del fin de siglo, amplía capital e inicia la construcción de una nueva fábrica en La Merced que será el primer edificio de pisos construido en España con la nueva técnica estrutural del hormigón armado. Una vez finalizadas las obras, Ugalde procedió a disolver la Ceres creando Ugalde y Compañía Sociedad en Comandita en diciembre de 1901.

La experiencia con la nueva técnica debió resultar ple­namente satisfactoria pues, en 1902, los Ugalde, padre e hijos, empren­dieron la construcción en Rentería de una nueva fábrica, almacenes y silos, en dos edificios exentos, acudiendo de nuevo al empleo del hormigón armado y a la misma paten­te francesa de Hennebique utilizada en Bilbao.

Las fábricas de harinas necesitaban una ordenación vertical de las distintas fases de producción y por ello la fábrica de pisos era la solución idónea. La desaparecida fábrica de Hernani, La Urumea, que como hemos dicho fue gestionada por los Ugalde es un buen ejemplo del desarrollo vertical de las operaciones. Compuesta de tres edificios, en el principal, y en su planta baja, se encontra­ban los sasores, cedazos y calibradores; en el primer piso los cilindros, y en el segundo cedazos comunes, centrífu­gas, calibradores, sasores, mezcladores automáticos, cepi­lladoras, centrífugas, y separador de trigo.

Toribio de Ugalde se mantuvo al frente de la sociedad hasta que en 1919, cumplidos los 80 años, dejó definitivamente la gestión en manos de sus hijos Alberto, Ernesto y Luis. La empresa entonces estaba abocada a un nuevo cambio: en 1920, la Junta autorizaba la venta a la recien creada sociedad Grandes Molinos Vascos, S. A. con un capital de 10.000.000 de pesetas y sede en Rentería. La empresa la presidía Luciano Bauman y a su frente se situó el hijo de Toribio, Alberto. Adquirió las fábricas de Bilbao y Rentería y ya en 1925 los terrenos portuarios en el barrio bilbaíno de Zorrotza, en los que se había construido una nueva y ambiciosa fábrica. Las cosas no acabaron bien para los Ugalde y para los Grandes Molinos Vascos  que al final de la década se vieron oblibados primero a parar la producción y más tarde a desprenderse de la fábrica.

Hoy, apoyandonos en dos publicaciones (que citamos al pie de esta entrada), traemos el recuerdo de la desaparecida fábrica de Ugalde y Cia en Rentería. Tanto las fotografías como los textos están tomados de ambas publicaciones.

 

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Tomado del libro Los orígenes del hormigón armado y su introducción en Bizkaia. La fábrica Ceres de Bilbao, de Jaume Rosell y Joaquín Cárcamo. 1995:

Fachadas de la fábrica de Ugalde y Cía. en Rentería. El edificio trasero, al que accedía directamente el ferrocarril como se puede apreciar, albergaba los si­los y se comunicaba con el principal mediante un pasadizo al nivel de la se­gunda planta. La enmarcación de la fotografía de­muestra que fue exhibida por la organización Hennebique en alguna exposi­ción.

Fábrica de harinas de Ugalde y Compañía en Renteria. Construcciones de hormigón armado sistema Hennebique. 1903.

 

En estas tres vistas interio­res de la fábrica de Ugalde y Cía. en Rentería, corres­pondientes a tres plantas distintas, se puede obser­var la acomodación de la fábrica de pisos de hormi­gón armado a las necesi­dades de la moderna in­dustria harinera. En la planta superior, de doble altura y con pilares de gran esbeltez, se ubicaban las cernedoras; en un nivel inferior se situaban los «planchister» que a través de sucesivos cedazos cri­baban y clasificaban el producto; y, por último, los molinos de cilindros (de la casa SECK de Dresden), elemento distintivo del sis­tema «austro-húngaro» me­diante el cual se obtenía el «pan de Viena». Aún puede observarse la penetración de las poleas hacia la planta inferior, en búsque­da de la transmisión moto­ra.

Fábrica de harinas de Ugalde y Compañía en Renteria.

Fábrica de harinas de Ugalde y Compañía en Renteria.

Fábrica de harinas de Ugalde y Compañía en Renteria.

 

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Tomado del Album Gráfico-Descriptivo del País Vascongado. Guipuzcoa. San Sebastián, 1914-15, de Rafael Picavéa:

Esta hermosa fábrica fue construida de nueva planta en el año 1903, lo que equivale a decir, dada su relativa moderna creación, que cuenta con todos los adelantos que el funcionamiento de tales industrias exige. Ocupa su emplazamiento una superficie de mil metros cuadrados, y recibe su fuerza motriz de dos motores, uno de 80 caballos y otro de 20, alimentados por corriente eléctrica. La elaboración de las harinas verifícase por cilindros, con una capacidad de producción que permiten la molienda de 30.000 kilos de trigo en las veinticuatro horas. Los amplios almacenes de esta fábrica pueden contener, si las circunstancias lo exigen, 15.000 sacos de harina y 20.000 de trigo, de 100 kilogramos cada uno.

Cuenta con apartadero propio, que desde la fábrica permite directamente la carga y descarga en los muelles del ferrocarril del Norte, llevándose a cabo la descarga de los trigos por medio de elevadores automáticos de la más moderna construcción. Hállase situada la fábrica en terrenos de Rentería, en la carretera general de Madrid a Irún y próxima al puerto de Pasajes, con fácil acceso al mismo y a las estaciones ferroviarias, lo mismo del Norte que del ferrocarril eléctrico a la frontera francesa. Así, pues, de una parte su inmejorable situación, y de otra la reconocida bondad de sus procedimientos de fabricación, justifican plenamente el gran desarrollo de esta industria y el crédito legítimo de que goza en el mercado harinero.

Album Gráfico-Descriptivo del País Vascongado. Guipuzcoa. San Sebastián, 1914-15.

 

 

 

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