Historia del Museo de la Técnica de Euskadi: (I) De Lutxana a Zorrotzaurre

La iniciativa de promover y apoyar desde la sociedad civil la creación de un Museo Nacional de la Técnica de Euskadi fue la razón de ser de la Asociación de Amigos del Museo, nacida en 1982. Esta asociación fue el embrión de la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública, AVPIOP-IOHLEE. El museo, una idea de los primeros consejeros de Cultura / Educación del Gobierno Vasco, Ramón Labayen (premiado por AVPIOP en 1999) y Pedro Miguel Etxenike, llegó a tener una existencia legal y real durante algunos años. Desde 1984, contó con un director, el ingeniero industrial José Julio Carreras Inchausti y personal de apoyo y tuvo su sede en las instalaciones de la antigua Orconera Iron Ore en Lutxana (Barakaldo) adquiridas por el Ayuntamiento de Barakaldo a la empresa Altos Hornos de Vizcaya con la finalidad principal de ubicar en ellas el museo, previa cesión de una parte de los terrenos e instalaciones adquiridas al Gobierno Vasco. En dos de las naves de talleres se almacenaron durante años los elementos del patrimonio mueble que eran donados por empresarios vascos interesados en la idea de mantener la memoria de las creaciones de la industria vasca y de sus instalaciones productivas y, también en algunas ocasiones, desde 1984, los adquiridos por el propio Museo, dependiente del Departamento de Cultura del Gobierno Vasco. La gestión de recogida de materiales se realizaba desde las oficinas provisionales habilitadas en Lutxana. Simultáneamente, el Gobierno encargó a los profesores Manuel Tuñón de Lara y Manuel González Portilla de la UPV/EHU, la elaboración de un proyecto de contenidos del futuro museo.

Antigua nave del ferrocarril de la compañía minera Orconera Iron Ore en Lutxana (Barakaldo), rehabilitada para su nuevo uso como sede del Museo Nacional de la Técnica de Euskadi. Imágen tomada durante la exposición sobre Sefanitro celebrada en enero de 2017 (Foto AVPIOP).

El consejero de Cultura Joseba Arregui fue quien tomó la decisión de proceder a la apertura del museo. En octubre de 1987 el ayuntamiento de Barakaldo aprobó la cesión de uso al Gobierno Vasco de los terrenos y pabellones de Lutxana, realizándose por parte de la consejería de Cultura la rehabilitación de uno de ellos, el cual debería albergar la exposición inicial del museo a partir de 1991. Algunos expertos, como el profesor Mikel Agirregabiria, trabajaron en esos años en la definición del museo.

Pero esta decisión se vio truncada en el último momento por la iniciativa política de impulsar el establecimiento en Bilbao del Museo Guggenheim. Incluso se llegó a convocar un «concurso de ideas sobre el Museo de la Técnica de Euskadi«. El jurado, presidido por el historiador del arte Javier Gonzalez de Durana Isusi, emitió su fallo que fue publicado en el BOPV del 14 de diciembre de 1990, otorgando el primer premio, dotado con 2.000.000 de pesetas, al proyecto presentado bajo el Lema «ESKARA» por Beatriz MATOS CASTAÑO.

Una vez abortada la iniciativa de apertura del museo quedaron durante años en Lutxana, en espera de mejores tiempos, la nave rehabilitada que a punto estuvo de abrirse al público como museo, la nave almacén, las oficinas y la colección de maquinaria, documentación y objetos. A partir de 1996 la consejería de Cultura, dirigida por Mª Carmen Garmendia, decidió la desaparición de la institución, y en 1998 se produjo la amortización de la plaza de director del museo y el traslado del personal. Años después, el Ayuntamiento de Barakaldo reclamó la reversión de los locales para otros usos y la mayoría del patrimonio mueble almacenado pasó a unas nuevas dependencias en la nave de la antigua empresa Consonni en Zorrotzaurre, Bilbao. El Departamento de Cultura, bajo la dirección de Blanca Urgell, retomó de nuevo el interés por el museo y en 2012 la nave de Consonni fue cedida por la Sociedad de Capital Desarrollo de Euskadi SOCADE, S.A al Departamento de Cultura del Gobierno Vasco por acuerdo del Consejo de Gobierno de 25 de septiembre de 2012, para el desarrollo de un museo del patrimonio industrial vasco, adoptando la denominación de KONSONI LANTEGIA. Industria-lanaren kulturaren ondare zentroa / Centro patrimonial de la cultura del trabajo industrial.

Antigua fabrica de Consonni, que en 2012 pasó a ser propiedad del Departamento de Cultura del Gobierno Vasco que la denominó Konsoni Lantegia

En el ínterin, durante los años 2004 y 2005, la AVPIOP, que nunca ha dejado de mantener como uno de sus objetivos prioritarios la apertura del museo, redefinió sus posibles objetivos en un estudio patrocinado por el Departamento de Cultura y la Diputación Foral de Bizkaia y denominado Euskal Industria Museoa / Museo Vasco de la Industria que tomó como referencia de posible ubicación una de las más representativas arquitecturas de la ría de Bilbao, el edificio de los Grandes Molinos Vascos.

Desde ese momento hasta hoy, la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública, AVPIOP-IOHLEE, no ha dejado de reivindicar la puesta en marcha de una institución que recupere, conserve, exponga y difunda el rico patrimonio mueble relacionado con la ya pronto bicentenaria historia industrial del País Vasco. Una institución que ponga a disposición de toda la ciudadanía de Euskadi -bajo la denominación y modelo que se estime más eficiente- esta valiosa memoria histórica y que pueda también convertirse en una fuente de riqueza aprovechando la atracción que los museos y sitios relacionados con la industrialización tienen hoy entre los viajeros. Todo ello, sin olvidar que la historia industrial del País continúa haciéndose día a día y que cada día también nuestras industrias continúan innovando.

La historia del Museo de la Técnica de Euskadi que nació con el primer Gobierno Vasco de la democracia es hoy aún una historia inacabada.