El territorio de la implantación inicial de los Astilleros del Nervión en Sestao, señalado en una vista actual de Google Maps.

 

Desde la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública, AVPIOP-IOHLEE, hemos puesto de manifiesto, a lo largo de los últimos meses, el valor patrimonial de muchos de los inmuebles -también bienes muebles- que para el desarrollo de la actividad empresarial y productiva de La Naval se han ido ido construyendo, adaptando, reutilizando para nuevos cometidos, en el interior del extenso territorio que el astillero ocupa, a lo largo de tantas décadas de actividad. En este mismo blog, hemos dejado numerosas muestras de esta riqueza patrimonial. Pero, en muchas ocasiones, en demasiadas quizás, hablamos del astillero y de La Naval, sin destacar suficientemente un hecho de extrema relevancia. La Sociedad Española de Construcción Naval inició su actividad, sí, en 1916, pero en sus aledaños ya se encontraba desde finales del siglo XIX un importante astillero, que a los pocos años, en la tercera década del siglo pasado, hace ahora ya 100 años, terminó siendo integrada en la nueva empresa y sus respectivos espacios productivos fundiendose en uno solo. Cien años son muchos años para la memoria colectiva y no debe parecernos extraño que la percepción de lo que fueron una y otra empresa se haya borrado de la memoria social. Se hace necesario pues, dada la trascendencia que el patrimonio originado en el siglo XIX y que ha llegado hasta nosotros posee, que dirijamos nuestra mirada hacia esos primeros momentos fundacionales.

Los Astilleros del Nervión nacen en 1888 por iniciativa de José Mª Martínez de las Rivas, propietario de una de las empresas siderúrgicas emblemáticas de la industrialización vizcaína, la fábrica de San Francisco de la Mudela, en Sestao. No nos vamos a detener aquí en la complejidad e intensidad de los acontecimientos que se desarrollan entre esta fecha y la de 1900, con el nacimiento, esplendor, crisis, cierre y reapertura del astillero. Recomendamos a nuestros lectores interesados la lectura de los trabajos de Pablo Díaz Morlán, Jesús María Valdaliso u Olga Macías, entre otros, así como la reciente tesis doctoral de Juan Carlos Díaz Lorenzo (2018) que han servido de guía para la redacción de estas breves líneas.

Los fundadores de los Astilleros del Nervión. La Ilustración Española y Americana, / Colección J. Cárcamo

 

El origen de los astilleros cabe situarlo en el Real decreto del 28 de diciembre de 1887 por el que se estableció la construcción de una escuadra para la armada española.  El adjudicatario será la Sociedad Colectiva Martínez Rivas-Palmer, creada por Martínez de las Rivas asociado con Charles M. Palmer, ingeniero naval, que era propietario del astillero Palmer’s Shipbuilding & Steelworks, situado en Jarrow Tyne, Newcastle (Inglaterra) y que se convertía en el socio tecnológico. Sería la primera factoría que se levantó en la Ría con las dimensiones y equipamientos necesarios para construir grandes buques de acero. El 13 de septiembre de 1888, el Ministerio de Marina adjudicó el contrato de los tres buques a Martínez de las Rivas-Palmer, firmandose éste el 1 de junio de 1889.

Olga Macías describe así las nuevas instalaciones y el comienzo de los trabajos: «Los astilleros, que contaban con cuatro mil trabajadores, divididos entre maestros, oficiales y operarios menores, ocupaban un área de 58.084 metros cuadrados, de los que correspondían 34.442 a edificios cubiertos. Lindaba con la Ría en un frente de 275 metros, con dos dársenas laterales de 75 y 120 metros de largo respectivamente. El resto de la factoría limitaba con la Fábrica San Francisco, gran acería propiedad también de Martínez Rivas, que poseía además, entre otros negocios e inversiones, las minas de hierro de la sociedad The Somorrostro Iron Ore Cº Ltd. y la mina de carbón situada en Asturias, Sociedad Coto del Musel. En cuanto la factoría estuvo habilitada para los trabajos, se dio comienzo al acorazado Infanta María Teresa

Emplazamiento del Astillero del Nervión. Talleres de máquinas, calderas y artillería. Enero 1890 / Colección AVPIOP.

 

La empresa acometió de inmediato la construcción de las instalaciones del astillero y la adquisición de los equipos y maquinaria precisos, y comenzó la contratación del personal necesario, viendose obligada a acudir a trabajadores cualificados y con experiencia en la construcción naval en acero procedentes del Reino Unido. De este modo pudo iniciar la construcción de los tres buques para la marina, comenzando por el Infanta María Teresa, cuya puesta de quilla en grada se realizó el día 24 de julio de 1889. Fecha importante para nosotros, ya que significa el inicio de la actividad real para la construcción del primer buque de acero.

El 5 de enero de 1891 la Sociedad Colectiva Martínez Rivas-Palmer se transformó en sociedad anónima, un cambio con repercusiones en los acontecimientos posteriores. A la nueva compañía se le rebautizó con el nombre de Sociedad Anónima Astilleros del Nervión. Hubo otros cambios: a propuesta de Palmer se designó como nuevo director gerente a John Paul Wilson, hombre de su entera confianza. Un año después, eran ya conocidas las desaveniencias entre ambos socios y se produjo la destitución de Wilson. Los acontecimientos se suceden entonces vertiginosamente: en marzo de ese año, el ingeniero naval Benito Alzola fue nombrado por el gobierno Inspector de los Astilleros del Nervión y, en abril, la empresa suspende pagos. El Consejo de Ministros acordó el 12 de mayo la incautación de los Astilleros del Nervión así como que los trabajos se reanudasen y prosiguiesen por la administración del Estado. Ese mismo mes, nos relata Macías «Cerca de unos 200 obreros ingleses especializados, que se habían incorporado a los astilleros de la mano del ex socio de Martínez Rivas, abandonaron sus puestos de trabajo… Tanto el Consejo de Marina como el gobierno acordaron que Palmer continuase al frente de la dirección técnica para la construcción de los cruceros y los 200 obreros ingleses se reincorporaron¨

Plano de 1920 en el que aparece manchada en azul la superficie ocupada por los Astilleros del Nervión en el momento de ser adquiridos por Altos Hornos de Vizcaya, así como las construcciones existentes. / Memoria de 1919 de La Naval. Museo El Dique Navantia de Puerto Real.

 

La construcción de los barcos continuaba, pese a las tensiones existentes y los intereses de los astilleros militares de Ferrol y Cádiz en quedarse con los trabajos de finalización de los mismos. En marzo de 1893 el primero de los tres cruceros, el Infanta María Teresa estaba prácticamente finalizado y realizaba las pruebas de artillería. Pero, en mayo de ese año el Ministerio de Marina decidió que las pruebas de los tres cruceros que se estaban construyendo en los astilleros bilbaínos se realizaran en el arsenal de El Ferrol y en agosto, el Crucero Infanta María Teresa, deja atras el Abra rumbo hacia el astillero gallego. A principios de agosto de 1894, terminado el crucero Vizcaya, el buque se dirige también hacia Ferrol para finalizar su artillado. Finalmente, en febrero de 1895 se realizaban en la Ría las pruebas de máquinas del tercer y último crucero construido en los Astilleros del Nervión, el Almirante Oquendo, que una vez finalizada su construcción, partía también hacia Ferrol el 26 de agosto. El temido final de la actividad en los astilleros había llegado y con ella su consecuencia inmediata, el despido de los obreros.

No obstante, al astillero aún le quedaría un último aliento. El Infanta María Teresa se averió al quedar varado en la bahía de El Ferrol y, entre el 17 de septiembre de 1895 y el 30 de enero de 1896, se efectuaron las reparaciones en Sestao. También hubo que terminar los últimos trabajos de artillería pero, en marzo de 1896, definitivamente los Astilleros del Nervión cesaron su actividad.

Las peripecias legales y los acontecimientos políticos se sucedieron durante los años posteriores y no finalizarían hasta que el 12 de junio de 1900 se entregaron los Astilleros del Nervión a la sociedad propietaria y de inmediato se dio comienzo a los trabajos con la construcción de dos buques. Comenzaba así la segunda etapa del astillero, que se alargaría durante 20 años; el 9 de noviembre de 1919 mediante una opción de compra la fabrica de San Francisco de la Mudela y el astillero pasan a manos Altos Hornos de Vizcaya y de la Sociedad Española de Construcción Naval. El 8 de marzo de 1920, la gerencia de La Naval en Sestao tomó posesión de las instalaciones de Astilleros del Nervión y, finalmente, el 5 de enero de 1924 La Naval compró los Astilleros.

Y, por último, algo también importante: aquí nació un patrimonio que ha llegado hasta nuestros días: EL FOOTBALL

 

FECHAS CLAVE EN LA CONSTRUCCIÓN DE LOS CRUCEROS

Infanta María Teresa.- Puesta de quilla: 24 julio 1889. Botadura: 30 agosto 1890. Entrega: 28 agosto 1893

Vizcaya.- Puesta de quilla: 7 octubre 1889. Botadura: 8 julio 1891. Entrega: 2 agosto 1894

Almirante Oquendo.- Puesta de quilla: 16 noviembre 1889. Botadura: 3 octubre 1891. Entrega: 3 julio 1895

Botadura del crucero Infanta María Teresa en los Astilleros del Nervión, de Sestao, el 30 de agosto de 1890. / Colección Tomás Ariza.

 

ARCHIVO. ASTILLEROS DEL NERVIÓN / LA NAVAL / ASTILLEROS ESPAÑOLES.

2021/10/19 La Comisión de Cultura del Parlamento Vasco visita La Naval de Sestao, interesada por su patrimonio

2021/10/04 La protección de La Naval de Sestao no recoge las naves fundacionales del astillero 

2021/04/27 La construcción de La Naval de Sestao, Valentín Vallhonrat y el hormigón armado

2021/03/09 El grupo inversor VPG que se adjudica La Naval de Sestao, propone un paisaje industrial desolador

2020/12/31 Arquitecturas en peligro. La Naval de Sestao sin protección legal: 7/ La estación de bomberos

2020/12/30 Patrimonio mueble en peligro. La Naval de Sestao sin protección legal: 6/ El Museo

2020/12/29 Arquitecturas en peligro. La Naval de Sestao sin protección legal: 5/ Las oficinas generales

2020/12/27 Ingenierías en peligro. La Naval de Sestao sin protección legal: 4/ Pasarela de acceso

2020/12/21 2021. Gure desiorik onenak / Con nuestros mejores deseos

2020/12/20 Arquitecturas en peligro. La Naval de Sestao sin protección legal: 3/ Edificios fundacionales

2020/12/18 Máquinas en peligro. La Naval de Sestao sin protección legal: 2/ Motor diesel-Grupo electrógeno de submarino

2020/12/15 Arquitecturas en peligro. La Naval de Sestao sin protección legal: 1/ Pabellón de comedores de Manuel M. Smith

2020/11/12 LA NAVAL. La factoría de Sestao de Astilleros Españoles en 1991 

2020/03/29 El sudor de nuestra frente. / 5. Naval: Una larga y sinuosa singladura

2019/01/21 Los astilleros vascos hace 100 años. Actividad y botaduras en los primeros meses de 1919

2015/09/20 Sestao, Santiago de Cuba y el patrimonio industrial y marítimo vasco

2012/01/22 Mucho más que barcos. La Naval de Sestao

2011/01/18 El fotógrafo Rafa Paz retrata la historia de La Naval