Pórtico de acceso a la estación Euston de Londres, a finales del siglo XIX. / Wikimedia Commons.

Es conocido que el derribo en 1962 de la estación de ferrocrril Euston en Londres, que había sido inaugurada en 1837, para construir una nueva terminal, causó un gran impacto en la población y supuso el espaldarazo que los estudiosos pioneros de la arqueología industrial y los primeros activistas en el Reino Unido por la preservación de los restos materiales de la industrialización necesitaban. La mecha encendida se transmitió por Europa y los paises industrializados de América y Asia. Entre nosotros, ya hemos escrito que no es hasta el inicio de la década de los ochenta cuando se comienza a tomar conciencia colectiva de esta necesidad. Serán Euskadi y Cataluña quienes tomen la iniciativa durante 1982, una iniciativa que se plasmaría en la celebración en diciembre de ese año de las I Jornadas de Protección del Patrimonio Industrial, en Bilbao y Barakaldo, que tendrían continuidad en 1985 con la organización en Terrassa de las II Jornadas.

Es en ese mismo año de 1982, cuando se realizan por iniciativa del Departamento de Cultura del Gobierno Vasco las gestiones para la puesta en marcha del Museo Nacional de la Técnica de Euskadi, que tendría su sede en Lutxana-Barakaldo, en unas antiguas naves de la compañia minera Orconera Iron Ore. Una de las patas de esta iniciativa era lograr reunir en torno a ella el consenso de las instituciones y personas más directamente relacionadas, como la Cámara de Comercio o el Colegio de Ingenieros Industriales. Así es como surge también la idea de la creación de la Asociación de Amigos del Museo de la Técnica de Euskadi de la que, como también hemos escrito en ocasiones anteriores, la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública, AVPIOP-IOHLEE, será la continuadora.

Ortofotos comparativas del estado de la fábrica hacia 1982 y de los terrenos que ocupaba, en la actualidad.

Pues bien, la primera iniciativa de la recién creada Asociación, llegó muy pronto tras su constitución. La siderúrgica Echevarría S. A. (que estaba ubicada en Rekalde, en la ladera de la antigua anteiglesia de Begoña que asciende desde el Arenal bilbaíno, tras las instalaciones de la fábrica de gas, hasta la meseta superior alargándose hasta el cementerio de Mallona), deseaba desde hacía años dedicar sus terrenos a la construcción de viviendas. La iniciativa de realizar una gran promoción inmobiliaria respaldada por la firma del arquitecto Ricardo Bofill, se encontraba paralizada en los tribunales y la empresa decidió entonces utilizar una antigua licencia municipal en precario de 15 años antes, para iniciar la construcción en una pequeña zona, para lo que necesitaba derribar cuatro naves. Este fue el aviso que en el otoño de 1982 cayó como una bomba en las iniciativas en marcha para el reconocimiento del valor patrimonial de de los restos materiales más significativos de la industrialización vasca. La crisis del petróleo que en la industria siderúrgica, metalúrgica y naval de Europa había dejado sentir sus dramáticos efectos en la década anterior, comenzaba a manifestarse con fuerza entre nosotros. Así fue como los miembros constituyentes de la reción creada Asociación de Amigos del Museo de la Técnica de Euskadi, emitieron su primer comunicado y lo pusieron en conocimiento de la ciudadanía a través de los medios de comunicación. Simultáneamente, desde la Delegación de Cultura del Gobierno Vasco en Bizkaia se realizaban gestiones para la protección de los elementos más significativos de la fábrica, edificios y maquinarias, merecedores de permanecer en pié y de ser reutilizados para nuevos usos. Como sabemos, y la única chimenea que ha quedado en pié de la extensa fábrica nos lo recuerda, las instalaciones fueron derribadas en su totalidad y las iniciativas inmobiliarias quedaron truncadas por la decisión del alcalde José María Gorordo de realizar un parque público en los terrenos.

S. A. Echevarría. Fábrica de Rekalde en Bilbao en una inserción publicitaria publicada en 1938 en la revista Vértice / Colección Joaquín Cárcamo.

Reproducimos a continuación algunos textos de prensa que nos recuerdan los hechos:

Se crea la Asociación de Amigos del Museo de la Técnica

El Correo, 8 de junio de 1982.

La Comisión impulsora de la técnica de Euskadi, continúa trabajando para sacar adelante este proyecto y ha anunciado la comvocatoria de una asamblea que tendrá lugar el próximo quince de junio, a las ocho de la tarde, en el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Bilbao.

En esta asamblea se tratará de aprobar los estatutos que regirán la “Asociación de amigos del museo de la técnica”, entidad que fue prevista en los primeros pasos de esta idea de crear el Museo de la Técnica de Euskadi, que tendría su sede central en Barakaldo.

La aprobación de estos estatutos y la creación de la Asociación de Amigos del Museo de la Técnica, cuenta con el apoyo de numerosos organismos de todo tipo, entre ellos conocidos protagonistas de nuestro mundo cultural, Gobierno Vasco, Cámara de Comercio y representantes del Ayuntamiento de Baracaldo.

Preocupación por la desaparición de pabellones de ECHEVARRIA, S. A.

La Gaceta del Norte, 6 de octubre de 1982

La Gaceta del Norte, 6 de octubre de 1982

BILBAO.- La Asociación de Amigos del Museo de la Ciencia y de la Técnica del País Vasco ha hecho pública a través de un comunicado su preocupación “por la progresiva desaparición de las antiguas instalaciones industriales y maquinaria en ellas contenida, propiedad hasta la fecha de la Sociedad Anónima Echevarría y situadas en terreno comprendido entre la Basílica de Begoña y el Ayuntamiento de Bilbao”.

La citada Asociación considera que los citados pabellones y maquinaria son “un testimonio importante de una fase ya concluida en el desarrollo tecnológico de Vizcaya y por ello dignos de conservación para mejor conocimiento en el futuro de una parte trascendente de nuestro reciente pasado”.

Los Amigos del Museo de la Técnica del País Vasco, conscientes de la importancia de las citadas instalaciones, parte de nuestra historia técnica, arquitectónica, social y económica”, pretenden suscitar en los organismos públicos y oficiales del País Vasco “la necesidad de reconsiderar esta posible pérdida para que, en la medida de sus posibilidades y deseos, gestionen la conservación y potenciación con un uso público de al menos, parte de las instalaciones, naves industriales y maquinaria que aún se conserve hoy”.

Según informó ayer a este periódico el secretario de la citada Asociación, Javier González de Durana, la preocupación de los Amigos del Museo ha sido suscitada tras la venta por parte de Echevarría S. A. de la maquinaria e instalaciones que se encuentran en sus locales de Begoña y el posterior desguace de parte de ese material que, en algunos casos podría ser incluso reutilizable.

Concretamente, el interés de la Asociación promotora del Museo de la Técnica se encuentra centrado en dos pabellones, uno de los hornos eléctricos y otro de forjas, de indudable interés histórico y en diversa maquinaria y utensilios en ellos contenidos. En relación con la necesidad de que los organismos oficiales se preocupen de este tema, Javier González de Durana señaló que “en estos momentos Echevarría, la empresa que ha adquirido el material y la Delegación de Cultura del Gobierno Vasco están negociando la posibilidad de conservar algunas cosas interesante y añadió que por su parte el Ayuntamiento de Bilbao no ha dicho todavía ni una palabra en torno a este tema.

Comienza el derribo de los pabellones industriales de Echevarría S. A. en Begoña

El Correo, 6 de octubre de 1982

El Correo, 6 de octubre de 1982

ARTE INDUSTRIAL

Por otra parte, con el inicio del derribo en la actualidad han surgido algunas voces contrarias a que tal operación afecte a no menos de dos pabellones (por ahora a salvo) considerados como un interesante reflejo de la vieja arquitectura industrial, tan ligada a la comarca. Es posible que las quejas lleguen a la dirección del patrimonio del gobierno vasco y este sería un factor a tener muy en cuenta para cuando se vuelva a hablar del futuro urbanístico de la zona en cuestión.

Las mismas fuentes de la empresa consultadas confirmaron que personal de Bellas Artes se había interesado por el futuro de dos naves industriales que datan de hace 40 y 45 años y también por la conservación de maquinaria muy antigua, que muy bien podría pasar a engrosar el patrimonio de un proyecto de Museo de la Industria que se tiene previsto instalar en la margen izquierda.

Precisamente, una denominada “Asociación de Amigos del Museo de la Ciencia y de la Técnica de Euskadi” ha hecho pública una nota en la que manifiesta su preocupación por la progresiva desaparición de las instalaciones de Echevarría. “ Esta Asociación –dice- considera los citados pabellones y maquinaria como un testimonio importante de una fase ya concluída en el desarrollo tecnológico de Vizcaya, por ello, digno de conservación para mejor conocimiento en el futuro de una parte trascendente de nuestro reciente pasado”.

Esta Asociación pretende llamar la atención de los organismos públicos para que “en la medida de sus posibilidades y deseos, gestionen la conservación y potenciación ccon un uso público de, al menos, parte de las instalaciones, naves industriales y maquinaria que aún se conserva”.

G. Carrera.