Si buscamos la horma de nuestro zapato, tratamos de encontrar aquello que encaja con nuestras necesidades y peculiaridades, de la misma manera que el calzado se adapta a nuestros particulares pies y nos facilita el camino por el mundo. Un antiguo dicho que, apelando a la singularidad de las personas, pone de relieve la relevancia histórica de la industria del calzado. En Konsoni Lantegia tenemos la oportunidad no sólo de encontrar la horma, sino también de reproducirla gracias a este torno copiador de hormas de zapato.
Cuando pensamos en fábricas de zapatos, la imaginación nos lleva al Mediterráneo. Las Islas Baleares y la Comunidad Valenciana cuentan con una tradición zapatera que se remonta a la última mitad del siglo XIX, momento en que se dio el salto de la alpargata al zapato de cuero y que, además, favoreció la aparición de una importante industria auxiliar de fabricación de hormas, suelas, tacones… Sin embargo, pocas veces reparamos en que este sector tuvo también presencia en nuestro territorio.
Es el caso del vitoriano Nazario Iriarte, quien en 1918 había instalado en Madrid, en el barrio de Cuatro Caminos, un taller de hormas que sería fundamental para la industria zapatera de esa ciudad. Sólo tres años después, era destacado por la prensa de la época como «notable fábrica de hormas y pernitos», con una producción de 120 pares al día. Animado por el éxito de su fábrica madrileña, instaló en 1922 un nuevo taller de hormas en Vitoria-Gasteiz, en la calle Nueva Dentro, ampliando así el radio de mercado.
Nazario Iriarte estuvo al mando del taller hasta su fallecimiento, momento en que pasó a manos de su viuda, quien se asoció con Mariano Marco Ibáñez. Finalmente, desde la década de 1940 hasta su cierre en los noventa, la fábrica de hormas fue regentada por la familia Marco, quedando en el recuerdo de vitorianas y vitorianos por su última razón social, Hermanos Marco Tabar.
A lo largo de su existencia, la fábrica se fue adaptando a los tiempos, importando las más modernas tecnologías y adaptándolas a sus necesidades. Es el caso del torno copiador de hormas que nos ocupa aquí. Este torno, fabricado en 1945 por el también vitoriano taller Lacalle Hermanos, es una versión mejorada de un torno copiador fabricado en 1922 por la marca estadounidense Gilman & Son (Springfield, Vermont). La máquina que le sirvió de modelo había sido comprada por Nazario Iriarte para su taller de Vitoria-Gasteiz.
¿Cómo funciona este complejo mecanismo? Tal y como hace la máquina estadounidense, una pieza (denominada «palpador») va recorriendo el contorno de la horma que se quiere reproducir. La forma se traslada a un carro móvil que, a su vez, talla un taco de madera. Así se consigue replicar exactamente el modelo. El movimiento de la máquina se consigue mediante un motor asíncrono Unelec, de la marca General Eléctrica Española, y se transmite mediante poleas.
El torno fue donado por Hermanos Marco Tabar en noviembre de 1996 y, desde entonces, forma parte de la colección de patrimonio industrial mueble del Departamento de Cultura del Gobierno Vasco. Ilustra así un sector que, a pesar de no haber sido muy significativo en nuestra industria, ha dejado huella en el patrimonio industrial vasco.
Si quieres saber más sobre esta pieza o sobre la colección de patrimonio industrial mueble del Gobierno Vasco depositada en Konsoni Lantegia, puede compartir tus preguntas y comentarios con el hashtag #PatrimonioIndustrialEnCasa
#YoMeQuedoEnCasa
Datos técnicos
Denominación: Torno copiador de hormas de zapato
Año: 1945
Producción: Lacalle Hermanos, Vitoria-Gasteiz
Accionamiento: Mecánico (motor asíncrono Unelec de GEE)
Medidas: 228 x 200 x 110 cm
Procedencia: Hermanos Marco Tabar, Vitoria-Gasteiz
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Hola,
Indicar que, en el texto «Torno copiador de hormas de zapato. Una máquina vitoriana que deja huella», se cita el nombre Nazario Irizar.
Si no me equivoco, el nombre correcto es Nazario Iriarte, como puede apreciarse en hormas y en publicidad de la época.
Un saludo.
Hola. Disculpa que no te hayamos respondido antes. Tienes razón y ya hicimos la corrección de la errata. Te agradecemos tu lectura atenta de nuestro blog y tu contribución a la mejora de su calidad. Un saludo.