El segundo derribo de la casa de bombas de Euskalduna que AVPIOP no pudo evitar en 1999

Pese a que las demoliciones masivas de las instalaciones de la Euskalduna se habían producido unos años antes, en 1992, y la de las oficinas de la compañía, una digna arquitectura del arquitecto Gregorio de Ibarreche, se derribaron en 1995, la construcción del puente y la rotonda de Euskalduna y la toma de decisiones sobre las instalaciones del futuro Museo Marítimo, impulsaron de forma incomprensible una nueva fase de derribos en febrero de 1999, que afectó al 50% que se había dejado en pie durante las demoliciones masivas anteriores de las instalaciones de la casa de bombas, de gran valor patrimonial.

La casa de bombas y calderas de los diques secos, fue un proyecto de dos imgenieros de caminos, canales y puertos sobresalientes: por un lado, Recaredo de Uhagón, profesor de máquinas en la escuela de Madrid y considerado el mejor ingeniero sanitario español de la segunda mitad del siglo XIX a quien Ramón de la Sota y Eduardo Aznar le encargaron el proyecto del moderno astillero. Uhagón fue el autor del saneamiento de Bilbao, finalizado en 1903 y considerado el primer saneamiento moderno del Estado Español. Por otra parte, el proyecto concreto del edificio de la casa de bombas y máquinas del nuevo dique nº 3, le fue adjudicado a José Eugenio Ribera, introductor del hormigón armado en España y uno de los grandes ingenieros de finales del siglo XIX y primeras décadas del XX, que adoptó en el edificio la mayor luz entonces razonablemente posible en un edificio industrial de esas características, para posibilitar la ausencia de pilares intermedios en el foso.

El astillero Euskalduna en 1883. El edificio original de la casa de bombas del dique seco nº 3, de 1903, en el recuadro.

Todo comenzó con el vallado del edificio y la colocación de un cartel en su fachada unas semanas antes, en el que podía leerse SALA DE BOMBAS. PRÓXIMA RESTAURACIÓN. Gran ironía. En realidad lo que se pretendía realizar era la demolición de las dos plantas superiores del edificio, de las tres plantas del anexo junto al dique, que albergaba el conjunto de compresores en planta baja y la totalidad de las fachadas originales de esta misma planta baja.

En octubre, también de forma incomprensible, tratándose de un valioso patrimonio ya conocido, de una de las más importantes obras del gran empresario Sir Ramón de la Sota, la Comisión de Patrimonio autorizó la demolición. La Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública, AVPIOP, presentó un escrito de alegaciones al Plan Especial de Abandoibarra para tratar de evitar el derribo, alegaciones que no se resolvieron. Cuando el viernes día 5 de febrero, AVPIOP tuvo conocimiento de que el día anterior la Diputación Foral de Bizkaia había dado comienzo a los derribos, solicitó al Ayuntamiento de Bilbao la suspensión cautelar de la licencia de demolición, una suspensión que nunca se produjo.

El edificio de la Casa de Bombas, a comienzos de febrero de 1999, con un cartel anunciando una «restauración» / foto: JCM-AVPIOP.

AVPIOP mantuvo entrevistas con responsables y técnicos del Departamento de Urbanismo del municipio, quienes argumentaban también las solicitudes recibidas de los primeros promotores del Museo, para derribar la totalidad del edificio y rellenar el foso que aloja las bombas centrífugas. Los técnicos, no obstante, se comprometieron a rescatar la valiosas maquinaria histórica que resultase afectada por los derribos El desastre se culminó en pocos días y tan solo quedó en pie la estructura de hormigón armado de la planta baja. En próximas entradas daremos cuenta de lo sucedido con el edificio y con la maquinaria afectada.

También dedicamos la felicitación navideña enviada en diciembre de 1988 a la importancia de preservar la parte aún no demolida de la casa de bombas.

El edificio de la Casa de bombas, avanzando en la demolición de la primera planta durante los trabajos de «restauración» por la Diputación Foral de Bizkaia. Febrero de 1999 / foto: JCM-AVPIOP

El sábado día 6 de febrero, el periodista Lluis Bilbao publicaba en el diario El Correo en el que recogía escuetamente, el relato que AVPIOP distribuyó a los medios en un comunicado:

Piden que se frene el derribo de un edificio del antiguo astillero Euskalduna

La Asociación Vasca de Patrimonio Industrial solicitó ayer al Ayuntamiento de Bilbao la suspensión cautelar de la licencia de demolición de la Casa de Bombas de Euskalduna. El colectivo exige que las obras de derrumbamiento iniciadas el jueves, cesen hasta que se resuelvan las alegaciones que presentaron al Plan de Abandoibarra para la conservación del edificio naval.

Para evitar que una máquina excavadora acabe con el “último resto de los astilleros de Bilbao”, el grupo de defensa patrimonial entregó ayer por la mañana en el registro municipal un escrito urgente. El texto “solicita que se suspenda cautelarmente” la licencia de demolición de la casa de bombas, ubicada junto al puente Euskalduna y en el solar del futuro museo marítimo.

Maquinaria de valor

La demolición de los dos pisos superiores del edificio, mandado construir en 1903 por Ramón de la Sota y considerado uno de los primeros de hormigón armado de España, fue autorizada en octubre por la comisión patrimonial del Ayuntamiento. Solo se acordó conservar la planta baja, para albergar maquinaria de valor.

Dispuestos a conservar integramente el edificio original, el colectivo de apoyo al patrimonio presentó en diciembre una alegación a la modificación del plan de Abandoibarra. “Antes de resolverla” la Diputación emprendió el jueves la demolición de los pisos superiores del bloque.

La legalidad de esta medida ha sido cuestionada por la asociación, motivo por el que ha exigido el cese del derribo hasta que se resuelva la alegación al PERI. El Consistorio, sin embargo, se reafirmó ayer en su decisión de continuar con lo “acordado en su día por la comisión patrimonial”.