Caldera B & W de 81 m² S.d.C. (1929).

En muchas ocasiones no es fácil establecer qué elementos conforman el patrimonio industrial. Edificios y máquinas concitan un consenso generalizado, pero no sucede lo mismo con otro tipo de bienes, alejados de la imagen mecanicista dominada por engranajes, poleas, volantes, pistones o bielas. Una de las virtudes de la colección de patrimonio industrial mueble del Departamento de Cultura del Gobierno Vasco es, precisamente, su variedad: entre las casi 2.000 piezas que la conforman hay máquinas y herramientas, sí, pero también objetos fabricados por la industria vasca y otros más difícilmente clasificables, como mobiliario, libros y revistas, materiales técnicos y documentos generados por nuestras empresas.

Habitualmente pensamos que los documentos y planos tienen valor en función de la información que contienen, por los datos y claves que pueden arrojar sobre las labores de investigación y conocimiento. Sin embargo, no solemos reparar en que son también parte integrante del patrimonio cultural. No sólo eso; demasiado a menudo los archivos son el único vestigio que queda de una industria, una vez que ésta ha agotado su actividad productiva. Las piezas de hoy son buena muestra de ello.

Se trata de un conjunto de ocho planos dibujados por la oficina técnica de la Babcock & Wilcox entre 1929 y 1930 en tinta sobre papel vegetal. Representan otros tantos modelos de calderas de vapor producidas en aquellas fechas. Y es que, junto con el material ferroviario, las calderas fueron el producto estrella de la empresa y su producción ocupaba buena parte de la superficie de sus instalaciones: tres de las diez naves con que originalmente contó la fábrica se dedicaban exclusivamente a esta tarea.

Caldera B & W de 186 m² S.d.C. provista de cargador automático de 4,9 m² de S.d.P. (1929).

Pero este patrimonio en papel no es sólo un documento que aporta información sobre las características técnicas de las calderas Babcock & Wilcox. Interpretados de una manera más amplia, nos permiten también asomarnos a otros aspectos menos obvios del patrimonio industrial: desde la memoria del trabajo, recuperando el enorme papel de las oficinas técnicas de las empresas y de oficios como el de delineante, hasta el valor intrínseco de los documentos como testimonio material de estas tareas menos conocidas. En este caso, el dibujo de los planos sobre papel vegetal es un eslabón en la cadena de desarrollo de cualquier proyecto de ingeniería.Éste comienza habitualmente con la generación de la idea y el esbozo y dibujo de croquis a mano alzada, así como con la realización de los cálculos y dimensionamiento necesarios, por parte del departamento de ingeniería. Pasa después a la sección de delineación (como en los ejemplos que nos ocupan) y termina con la generación de copias, muy frecuentemente ferroprusiatos, tan característicos por su fondo azul.

Este conjunto de planos de la Babcock & Wilcox es una buena muestra de la complejidad y la fragilidad de nuestro patrimonio industrial. Su importancia es tal que se cuentan entre las diez primeras piezas que entraron a formar parte de la colección: la empresa (que entonces estaba en activo en terrenos de Sestao y Trapagaran) los donó ya en 1982, junto con un horno de inducción, otro refractario y varios elementos de precisión de sus laboratorios. Hoy, esos objetos y estos ocho planos son parte fundamental del escasísimo legado material que nos ha quedado de la que fuera una de las empresas más importantes de la industrialización en el País Vasco, toda vez que sus naves fundacionales han sido totalmente demolidas durante 2019 y sus archivos muy posiblemente desaparecidos.

Si quieres saber más sobre esta pieza o sobre la colección de patrimonio industrial mueble del Departamento de Cultura del Gobierno Vasco depositada en Konsoni Lantegia, puedes compartir tus preguntas y comentarios con el hashtag #PatrimonioIndustrialEnCasa

Caldera tipo Stirling. 407 m² S.d.C. Clase G.L. 21/14, provista de recalentador de 17,5 m² de S.d.P. y cargador automático de 13,37 m² de superficie de parrilla (1929)

Calderas tipo Stirling. 300 m² S.d.C. clase MM. 13/19. Dispuestas en batería y provistas de recalentador y cargadores automáticos de 9,7 m² de S.d.P (1929).